Hoy Aragón es el socio de referencia en clave logística en la Península Ibérica. El compromiso del puerto por potenciar la obertura de la economía aragonesa se concretó en 2001, cuando junto con Mercazaragoza creó la Terminal Marítima de Zaragoza (tmZ), en la que también participa el Gobierno de Aragón.

Concebida como una plataforma de servicios logísticos para los importadores, exportadores y operadores de la región, tmZ ha tenido una excelente evolución, como demuestra el volumen de tráficos que gestiona y también las sucesivas ampliaciones que se han llevado a cabo en la instalación. «Nuestro principal objetivo es contribuir al desarrollo económico a través de la internacionalización del tejido productivo de nuestro entorno», apunta el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra.

Una actuación clave para conseguirlo es la ampliación de los apartaderos del corredor ferroviario Barcelona-Zaragoza-Madrid para permitir la circulación de trenes de 750 metros, que el Puerto de Barcelona tiene previsto financiar con un presupuesto de 30 millones de euros.

Actualmente, la contribución del Puerto de Barcelona a la internacionalización de las empresas de Aragón se concreta en una oferta de unos 35 servicios ferroviarios semanales con diferentes destinos, entre los que se encuentra tmZ, pero también Plaza y la Terminal Intermodal de Monzón (Selgua).

Destaca, como importante novedad, la puesta en marcha a finales de 2016 del servicio ferroviario Canal Frío, específico para el transporte de productos congelados o de temperatura controlada. El proyecto se ha consolidado con cuatro frecuencias semanales, aunque se prevé que el servicio cuente con una salida diaria en cada sentido. Con este servicio, se potencia la exportación del sector agroalimentario, una industria clave en la economía aragonesa.