Las empresas necesitan desenvolverse en un mundo cada vez más global y competitivo. Por eso, demandan expertos en el sector logístico que manejen los procesos de integración, sincronización y optimización del flujo de los productos, de la información y de la documentación, pues de su optimización depende que la mercancía llegue en el menor tiempo posible y con todas las garantías, lo que es prioritario en el mercado.

Para ello, es preciso una gestión logística integral que se pone en marcha con el proveedor de materias primas y se prolonga hasta que llega al punto de venta final, pasando por la producción y el almacenamiento, entre otros procesos intermediarios.

Las últimas tecnologías juegan un importante papel en este proceso: aplicaciones informáticas, infraestructuras de comunicaciones, radiotransmisiones, elementos automáticos... Todo ello contribuye a la optimización de la cadena de suministro. Así, las soluciones tecnológicas contribuyen a que la interacción con los clientes se plantee en tiempo real y, además, a que exista una adecuada gestión energética de la operación logística, otra de las variables que intervienen en la competitividad del sector y que gana peso dentro de la actividad de las empresas.