Real Zaragoza

La afición el porqué del fútbol

Una afición zaragocista esperanzada volverá a ser clave en el devenir del equipo. Su apoyo incondicional será necesario para que no se escapen puntos en La Romareda.

Un niño anima con fuerza al Zaragoza en La Romareda
Real Zaragoza - Levante_2
HUGO FERRER/A PHOTO AGENCY

30.000 zaragocistas y 11 jugadores, ese es el algoritmo con el que cuenta el Real Zaragoza para no dejar escapar puntos de La Romareda. Los nuevos jugadores se adaptarán -o no-, el juego será más o menos preciosista o efectivo, pero lo que es seguro es que la afición blanquilla no abandonará a su equipo.


Con la ilusión renovada -gracias a la figura de Manolo Jiménez-, los zaragocistas volverán a ser el motor del equipo desde las gradas. Los brazos que manteen a los jugadores en las victorias y que recriminen la falta de esfuerzo en la derrota.


La temporada pasada, La Romareda fue un fortín y lo deberá seguir siendo si el equipo quiere construir un proyecto solvente que le permita olvidar -o al menos alejarse- del infierno de la segunda división. Para ello cuentan con una afición que cree en su entrenador y en los jugadores. Unos aficionados que quieren dejar de lado la crisis institucional del club para volcarse con la faceta más deportiva. Será el aliento de los goles, el aplauso de ánimo de las ocasiones falladas y el alimento de la lucha en el césped.


Por este motivo ya son más de 20.000 los zaragocistas que han retirado su abono y que asistirán a La Romareda a alentar a los suyos. Este compromiso lo ha aprovechado la directiva blanquilla para crear 'El corazón de La Romareda', un altar a la afición y un compromiso permanente para todo jugador que pase por ese tunel. Para sentir el apoyo dentro y fuera del césped, para saltar al campo con la obligación de representar a un escudo y a su gente. Para devolver la pasión y el apoyo en forma de fútbol. Porque al fin y al cabo, el fútbol es de, por y para la afición.