Compras navideñas entre las obras en el Coso Bajo

Los comerciantes esperan con ganas el final de los trabajos para ver su efecto en las ventas.

Compras navideñas entre las obras en el Coso Bajo
Compras navideñas entre las obras en el Coso Bajo
Javier Sanchez

Navidad es, en ocasiones, sinónimo de compras y en el Coso Bajo de Huesca, entre la plaza de San Lorenzo y la intersección con la calle Goya, también de obras.


Los comerciantes de este tramo deben convivir estos días con los trabajos de peatonalización, algo que llevan con resignación y sobre todo, con ganas de poder ver pronto la calle terminada.


“Se nota que es Navidad y que llega Nochebuena, pero también influyen las obras”, comenta Diego Gálvez desde uno de los establecimientos de este tramo. Como asegura, esperaban ver “un poco más de movimiento” al otro lado del escaparate, sin embargo el trozo de acera que ha quedado a causa de las vallas de seguridad es un tanto estrecho, por lo que se sienten “uno poco cohibidos”.


En opinión de su compañera, Silvia Monzó, los oscenses todavía no se han acostumbrado a dejar el coche a la hora de acudir al centro. “Ahora no se puede aparcar, todo está rodeado de zona azul y hay gente que por pereza prefiere comprar por Internet, desde casa, en vez de venir de tiendas”, señala.


Le hubiera gustado, asegura, que la peatonalización se hubiese realizado de manera consensuada con el sector, ya que son ellos quienes deben determinar “si resulta o no positiva” para las ventas.


“Con las obras siempre se pierden clientes, pero es algo que hay que hacer y no hay otro remedio”, señala, por otra parte, Carlos Pardo, quien cuenta con un estanco en la misma zona. Asegura que sus clientes suelen ser de paso y que ha notado un descenso en las ventas, aunque confía en que el fin de las obras haga cambiar esta situación. En su opinión, “pasa más gente por el otro lado”, a pesar de la pasarela que se ha colocado en mitad de la vía para facilitar el cruce a los peatones.


Más optimista es Lola Hernández, quien trabaja también en uno de los establecimientos del Coso Bajo. “Los obreros están muy atentos a que los viandantes puedan circular por toda la calle y cuando actuaron en la otra parte del Coso, vi que habían puesto también pasarelas para acceder a las tiendas”, señala.


Ver cómo ha quedado la parte del Coso Alto ya reurbanizada le hace esperar con más ánimo, asegura, el final de los trabajos que tienen lugar frente a su establecimiento.


“Yo creo que las obras, en realidad, no afectan, sino que es más la actual situación económica”, opina, por otra parte, otro de los comerciantes del Coso Bajo, quien prefiere no revelar su nombre. La gente, en su opinión, “ya no está para alegrías” a la hora de comprar.


De sus clientes escucha comentarios como que “es una pena que la calle esté así estas fechas” e insiste en que “la economía de las familias sigue estando afectada”. “Estamos igual que hace dos meses”, afirma.