No cabe duda alguna de que la ansiada luna de miel -sea al destino que sea- es el colofón perfecto de toda boda. Después de varios (¡muchos!) meses organizando, decidiendo, contratando y finiquitando todos los preparativos del gran día, los novios se merecen un periodo de descanso y desconexión para empezar a disfrutar por todo lo alto de su nueva vida matrimonial.

Sin embargo, elegir un destino que se amolde a los gustos, planes y presupuestos de cada pareja no es tan sencillo como pueda parecer; por eso, es aconsejable empezar a organizarlo con tiempo suficiente y seguir algunas indicaciones iniciales para no desesperarse más de la cuenta y no olvidar hacer todos los trámites necesarios para poner rumbo a la que probablemente sea una de las mejores experiencias de vuestra vida en común.

Seis pasos que no debéis pasar por alto

¿Por dónde empiezo a organizarlo? Lo más fácil es empezar preguntando a familiares y amigos: sus recomendaciones serán muy útiles para descartar aquellos países que no interesan y empezar a centrarse en un número determinado. Una vez seleccionados algunos –y después de haberlos rastreado por internet– es el momento de acudir a una agencia de viajes y pedir opiniones y presupuestos para cotejar lo que más interesa a cada pareja y decidir el destino de la ansiada luna de miel. Calma y optimismo. Para evitar que el estrés de la boda se apodere también de los primeros días de la luna de miel, lo más recomendable

es hacer todos los preparativos con mucha antelación. No hay que olvidar pedir ayuda para hacer frente a los imprevistos. Cada segundo es importante. Por ley, a los novios les corresponden

15 días de vacaciones. Organizad el tiempo y sed previsores; es mejor estar algún día menos en el destino elegido que llegar con poco tiempo a casa. Viaje a medida. Playas infinitas, zonas urbanas con decenas de tiendas; destinos naturales donde realizar deportes de aventura... Los destinos posibles son cientos, pero lo fundamental es elegir aquel que se amolda a los gustos y preferencias de los novios. La previsión del tiempo: esencial. Hay que tener en cuenta que, según la estación del año en la que coincide el viaje de novios, es mejor no visitar algunos destinos. Ejemplo de ello, el Caribe en otoño, pues es época de huracanes. ¿Cuánto me gasto? Lo primero de todo es ver de qué presupuesto se dispone y qué destinos son ideales para no pasarse del máximo pautado. También es recomendable ir a países con un precio inferior

al nuestro y evitar las temporadas altas.- Ir al suplemento '¡Sí, quiero! Tu boda perfecta paso a paso'.