10 RAZONES POR LAS QUE PEATONALIZAR EL PUENTE DE PIEDRA
4. Porque sufre con el paso de los autobuses y los taxis
El Ayuntamiento admite que el paso de autobuses y taxis puede empeorar el estado del monumento. Aunque, tal y como asegura el consejero de Cultura y Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, "el puente sea fuerte" y soporte el constante ir y venir de vehículos, lo cierto es que la última reforma, que se realizó en 1991, fue concebida para hacer de él un espacio peatonal.
José Manuel Pérez Latorre, arquitecto coautor de la reforma del puente de Piedra en 1991 junto con el equipo de Fernández Casado, asegura que el puente de Piedra, tal y como lo disfrutamos ahora, "está concebido para ser peatonal aunque a última hora se decidió que por él pasasen autobuses y taxis”. Y recuerda que un pleno municipal decidió permitir que pasaran autobuses y taxis "a diez días de la inauguración", cuando el encargo que recibieron fue el de un puente "exclusivamente peatonal", por el que únicamente pudieran circular vehículos de emergencia en casos excepcionales. "Por eso -explica- pusimos esas farolas en el centro, para señalar un camino interno para el paseo por el puente ".
"El encargo -insiste- fue de un puente peatonal, que es la mejor opción en este caso". Como buen conocedor de esta infraestructura, opina que las vibraciones que producen los autobuses "no le van bien al puente " y que peatonalizarlo sería "lo más prudente". "Al final, no deja de ser una infraestructura de la Edad Media, seguro que esto ayudaría a prolongar su vida", apunta Pérez Latorre. "Lo primero que hay que hacer es estudiar esas grietas para ver si tienen importancia en el conjunto o no", añade.
El arquitecto está convencido de que se trata de una obra para "unir andando las dos riberas" y añade que está convencido de que se usaría “más si no hay autobuses por el medio”. Además, "solo se tarda cinco minutos en cruzar", explica.
