Olona: "Solo con dinero no arreglamos los problemas que tiene la agricultura aragonesa"

El consejero de Desarrollo Rural defiende ante los grupos parlamentarios "la necesaria innovación institucional".

Con la obligación de ceñirse a los escuetos quince minutos que establece el reglamento, el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, expuso ayer ante los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón las líneas generales de su política. No habló de presupuestos, ni para bien ni para mal, porque respondió al interrogante de "¿cómo va a hacer todo eso?" lanzado por cada uno de los portavoces parlamentarios insistiendo en que "solo con dinero no arreglamos los problemas que tiene planteados el sector agrario". Porque Olona reiteró, como ya manifestó en el mismo momento en que fue nombrado para el cargo, que lo que exigen los retos del sector es "innovación institucional". "Tenemos graves deficiencias institucionales y normas muy retrasadas que ponen de manifiesto la necesidad imperiosa de abordar los conflictos con nuevas maneras", aseguró. Una nuevas maneras que incluyen, según el consejero, implicar a los agentes del sector y a los ciudadanos en general.


El consejero de Desarrollo Rural volvió a dejar claro que la actual PAC no le gusta, pero destacó que "la injusticia" que sufre Teruel con el sistema de reparto de las ayudas no es el único agravio de la nueva política comunitaria. "También los jóvenes lo sufren, porque se da la incongruencia de que les animamos a incorporarse al sector pero después no tienen derechos a las ayudas", dijo Olona, que se comprometió a trabajar, "dentro del estrecho margen que permite Bruselas", para impulsar una PAC más equitativa que contribuya al desarrollo de una agricultura más productiva y competitiva. "No basta con cambiar los estratos dichosos. Estamos hablando de cambios profundos que necesitan acuerdos de las fuerzas políticas y de la sociedad", insistió.

Prioridades

Impulsar una estrategia agroalimentaria; fomentar el incremento de la dimensión de las explotaciones;desarrollar acciones –e incluso una posible ley– para fomentar circuitos cortos y mercados locales, sin olvidar, eso sí, los mercados exteriores; coordinar los dos pilares de la PAC –ayudas directas y desarrollo rural–;potenciar los seguros agrarios; apostar por una imagen de marca de los productos aragoneses, impulsar la agricultura ecológica y la conservación y, sobre todo, lograr "que haya transferencia de conocimiento al sector, que además lo está pidiendo". Olona destacó además la preocupación de su departamento por la ganadería extensiva y la necesidad de tomar medidas "para evitar su desaparición".


El responsable de la política agraria de la comunidad no pudo contestar –por cuestiones de tiempo– a la larga batería de preguntas planteadas por lo portavoces de los grupos parlamentarios en la comisión de Desarrollo Rural. Las cuestiones fueran tantas que incluso los diputados reconocieron que no era preciso que las concretara en ese momento, pero que las dejaban en el aire para que fuera conociendo sus inquietudes. Respondió, sin embargo, a uno de los asuntos más espinosos del sector aragonés: los transgénicos, opinión que le requirió abiertamente Ignacio Escartín, de Podemos, formación que apoyó la investidura del presidente socialista Javier Lambán. Olona quiso dejar claro que cuando se habla de transgénicos en Aragón solo se habla de uno, el maíz. Y aseguró que si los agricultores optan por estas semillas OGM no es por capricho, sino porque es la única solución frente a la plaga del taladro. "¿Prohibimos el maíz transgénico? Pues lo que quieran, pero será ponernos una losa en los pies, porque el taladro no está resuelto y todo el maíz que importemos seguirá siendo transgénico", dijo.

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