Un condenado por estafa vuelve a utilizar las mismas técnicas para captar víctimas
Ofrece salarios de 900 euros fijos más comisiones y alta en la seguridad social por buscar patrocinios para una carrera.
En la actualidad, Sarrato tiene una causa pendiente del 27 de marzo de 2015 por falsedad y estafa por un hecho similar, según confirmaron a HERALDO fuentes policiales. Aun así, continúa captando a comerciales y diseñadores utilizando las mismas técnicas y bajo los mismos reclamos.
En el caso por el que fue juzgado, admitió que su forma de actuar consistía en insertar anuncios dirigidos a vendedores a los que ofrecía contratos de tres meses en el régimen general, un salario de 1.000 euros, con gastos de combustible y dietas incluidos, más comisiones. Las entrevistas de trabajo las hacía siempre en espacios públicos de hoteles o en bares ya que, según les decía, en ese instante no tenía oficina porque estaba buscando una sede mejor para su supuesta empresa.
Después de llegar a un acuerdo con los comerciales, firmar en una gestoría el contrato y recibir una hora de formación, los enviaba a la calle sin más material de trabajo que una copia de la revista. Cuando en otras ocasiones decía promocionar eventos que nunca se celebraban, les proporcionaba una copia del cartel, pero nunca tarjetas de visita, folletos o catálogos. A los hosteleros que firmaban un contrato y pagaban en efectivo y por adelantado, no les dejaba copia. Luego, los vendedores le entregaban el dinero en mano y, lógicamente, a ninguno les pagó su salario.
La cita fue en un espacio público del World Trade Center, en el Actur. Allí se encontró con Víctor Sarrato y, como es habitual, le dijo que en ese momento tenía que recibirla allí porque casualmente estaba pintando su oficina y no podía usarla. Oficina que, por otra parte, tampoco constaba en el edificio a nombre de Ocio Zaragoza. El trabajo que le propuso el supuesto empresario consistía en buscar patrocinios (a 125 ) y colaboradores (a 60 ) para una carrera de bicicletas. Ella aceptó pero ya no acudió a la cita del día siguiente puesto que su padre le alertó de que en un cartel habían escrito una leyenda a mano: "Ojo, es un estafador". Este periódico intentó ponerse en contacto ayer con Víctor Sarrato, sin éxito.