Los dos millones de euros extra que se aprobaron en el último pleno municipal darán un pequeño alivio a los beneficiarios de las ayudas de urgente necesidad, aunque desde el área de Derechos Sociales se calcula que serán insuficientes para atender unas solicitudes que no han dejado de crecer desde que comenzó el año. En los primeros seis meses de 2015 se registraron 20.213 peticiones, lo que supone un incremento del 43,48% respecto al mismo periodo del año pasado. En total han sido 8.295 las familias que han disfrutado de ayudas de enero a junio, cuando en 2014 fueron 7.105.

Lo que más llamativo resulta de este balance a mitad de año es el enorme aumento de solicitudes (y concesiones) referidas a la pobreza energética, esto es, la de aquellas familias que no pueden satisfacer sus necesidades de energía ni permitirse económicamente mantener la vivienda con una temperatura adecuada en los meses de invierno. El importe concedido para ayudas de electricidad ha aumentado un 427% (alcanza ya los 415.944 euros), mientras que las subvenciones para pagar facturas de gas ha crecido un 382%(se han destinado este año 93.059 euros).

El Consistorio –que calcula que hay unas 26.160 viviendas en Zaragoza en situación de pobreza energética– firmó el pasado mes de noviembre un acuerdo con Endesa, que impide que hogares sin recursos sufran cortes de luz o gas por no poder pagar los recibos.

La pobreza energética ha sido el fenómeno que más ha crecido desde que despuntó la crisis y los expertos sitúan el foco de atención en la desigual relación de los usuarios con las empresas de producción (los oligopolios en materia energética) y en la continua escalada de precios (el verano pasado la luz subió un 8%). Estos incrementos golpean a las clases más desfavorecidas y, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 15% de los hogares aragoneses sufren dificultades para costear sus necesidades básicas de energía.

Esta misma semana el Ayuntamiento puso en marcha la Oficina Municipal de la Vivienda, que –aunque es un órgano, en principio, para prevenir los desahucios– también incluye un punto de asesoría energética. En él se ofrece información al ciudadano sobre tipos de tarifas, potencias y sistemas existentes y, además, en el marco del proyecto europeo Fiesta se contemplan asesorías sobre ahorro energético. La sede de esta oficina está en Zaragoza Vivienda (San Pablo, 48), aunque sus beneficiarios han de ser derivados por los servicios sociales a través de la red de atención primaria.

Sobre el resto de ayudas, las que se otorgan en concepto de alimentación también se han visto incrementadas en los últimos seis meses un 44% y con las que se hace frente a los gastos de alquiler de vivienda, un 51,95%. Entre ambas, el montante concedido a fecha de 30 de junio de 2015 suman 4 millones de euros.

El problema es que el importe con el que se contaba para todo el año (7,3 millones) estaba prácticamente agotado a falta de cinco meses para 2016 por lo que hubo que hacer una urgente modificación de crédito. El área de Derechos Sociales del Ayuntamiento calcula que, de acuerdo con el ritmo actual de gasto, se necesitarían 10.033.476 euros, por lo que los dos millones que se han conseguido rascar se quedarán cortos.

"La previsión variará al alza o a la baja en función del grado de resolución de solicitudes del Ingreso Aragonés de Inserción por parte de la DGA", explica la vicealcaldesa Luisa Broto. El responsable de Economía, Fernando Rivarés, también aprecia "una sensibilidad distinta en el IASS, que ha estado cuatro años sin hacer su trabajo, por lo que en cuanto sepamos cuál es el efecto del pago del IAI, veremos qué necesidades de urgencia asume la ciudad".