Plácido triunfo del Real Madrid

El equipo blanco supera con solvencia al Tottenham y jugará hoy contra el Bayern (20.45) la final de la Audi Cup.

Bale se marcha por velocidad de Dele Alli, centrocampista del Tottenham.
Bale se marcha por velocidad de Dele Alli, centrocampista del Tottenham.
PETER KNEFFEL/efe

El Real Madrid selló su pase a la final de la Audi Cup, donde se medirá con el Bayern (20.45, La 1), tras derrotar ayer en las semifinales a un Tottenham corto de calidad (2-0). Fue encuentro plácido en el que Isco desequilibró, Jesé se reivindicó y Gareth Bale marcó su primer gol de pretemporada para maquillar su actuación repleta de errores. El equipo blanco se sobrepuso a las bajas de sus referentes ofensivos, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, gracias al regreso de Jesé a su versión ilusionante tras unos meses de dudas posteriores a su grave lesión de rodilla. Más fino que la pasada campaña, en la zona del nueve, el canterano desequilibró.


El Tottenham, más rodado en la semana en la que inicia la Liga inglesa, pudo adelantarse cuando Walker encontró una autopista a la espalda de Marcelo para, con todo el tiempo del mundo, poner un pase de la muerte que Lamela envió al cielo de Múnich. Era el minuto 2. Un espejismo. De hecho, el Real Madrid se fue adueñando del partido. Las dudas defensivas en los laterales de Danilo y Marcelo las solventaban con eficacia sus centrales, Varane y Ramos. Modric puso el ritmo e Isco la magia para desequilibrar. Antes del tanto se reivindicó Jesé. Su desmarque lo vio Danilo y en carrera soltó un latigazo que repelió el travesaño. Se sentía con confianza y segundos después sacó un disparo ajustado al que respondió con una bella estirada Vorm.


Entre la superioridad trabajada del Real Madrid llamaba la atención el desajuste de Bale en ataque. A espaldas de Jesé, perdido sin jugar en banda y sin espacios para explotar sus cualidades, con controles imprecisos y perdidas en pases. Demostró que no sabe jugar de espaldas. Bien haría Benítez ubicándole en su sitio natural, la banda izquierda. Los ataques del Tottenham cesaron tras una parada de Casilla, quien sacó con habilidad el disparo de Erikssen. Desde entonces las llegadas fueron blancas. Lo intentó James con un disparo lejano, Bale de cabeza y Modric con un lanzamiento lejano. Al final, nada pudo hacer Vorm ante el remate a placer de James de cabeza, con más de medio gol en el pase medido de Isco.

Intensidad defensiva

Los continuos cambios de Benítez en la reanudación no rebajaron la seriedad defensiva de un Madrid que nuevamente dejó su puerta a cero. Casilla realizó otra gran parada a disparo de Chadli. El Real Madrid buscaba el tanto de la tranquilidad con jugadores menos habituales en el once. No tuvo acierto en el remate, pero no tuvo sobresaltos atrás. Debutó Marco Asensio, una de las perlas para el futuro blanco, dejando gestos de gran calidad. Cuando restaban 11 minutos para el final, Bale sentenció el duelo con un zurdazo desde la frontal. La potencia y el bote de su lanzamiento provocaron el error de Vorm. El Real Madrid jugará hoy la final ante el Bayern de Múnich, que superó en la otra semifinal al Milan (3-0).
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