Fernando Rivarés "A Gimeno le diría que nos debe 50 millones"

Rechaza hablar de heren- cia, aunque critica las "actitudes irresponsables que hubo en el pasado". Asegura que la deuda con los bancos se pagará "en condiciones decentes".

El concejal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, en su despacho del Ayuntamiento de Zaragoza.
El concejal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, en su despacho del Ayuntamiento de Zaragoza.
maite santonja

¿Cómo se ha encontrado la situación económica municipal?

Con algunas actitudes políticas temerarias e irresponsables en el pasado que yo no habría adoptado. Con falta de información, y por eso hemos encargado una auditoría. Y con la necesidad de un brío nuevo.


¿A qué se refiere con actitudes temerarias e irresponsables?

Las condiciones de los préstamos o la falta de sintonía con otras instituciones, especialmente con la DGA. Y tengo la sensación de que a veces los problemas económicos se lanzaban hacia adelante. Y cuando llegan a estallar lo hacen con grandes efectos. Eso siempre lo pagan los mismos: la ciudad y sus habitantes.


¿Le preocupa la herencia?

Estoy preocupado por la foto fija de la auditoría. Los datos parciales que vamos conociendo no son muy halagüeños. La situación financiera no se va a parecer del todo a lo que nos habían contado.


De Zaragoza en Común (ZEC) forma parte IU, que ha colaborado en la gestión económica durante los últimos años. ¿No le corresponde parte de la herencia?

ZEC es un movimiento ciudadano, apoyado por partidos que dieron un paso atrás. La presencia en las listas de personas que forman parte de IU solo significa que aportan su experiencia. ZEC nace independiente y no asume la trayectoria de nadie. Muchos de esos acuerdos formaban parte de otros mayores, que seguramente IU y CHA no siempre pensaban que eran los mejores. Pero hacían el sacrificio para la estabilidad política, cosa que me gustaría ver esta legislatura.


Se ha encontrado un roto de 90 millones en condenas judiciales.

Es la política de todo para adelante. Cuando alguien practica una temeridad financiera corre el riesgo de encontrarse con consecuencias como estas. Uno de los grandes dramas de esta factura de 90 millones es que buena parte, casi la mitad, son intereses.


¿Cómo resolverá el problema?

La solución, que no es la mejor posible, es la de acogernos al Fondo de Impulso Local. Permite devolver el dinero en 10 años, con dos de carencia y con un interés del 1,3%, con la única obligación de provisionar un 1% del presupuesto para contingencias.


¿Confía en que le concedan todo ese dinero?

Yo confío en que cuando llegue la decisión del Fondo de Impulso tengamos la totalidad y otros 50 millones de euros más que nos debe la DGA.


Tras estas sentencias, ¿cómo valora la gestión de su antecesor, el hoy consejero de Hacienda de la DGA, Fernando Gimeno?

Hemos venido a tomar decisiones. No vamos a hablar del pasado, sino a valorar las consecuencias que devienen del pasado. En algunos casos ha habido decisiones como mínimo temerarias. Ahora espero que juntos tomemos decisiones que solventen los graves problemas de la ciudad.


Pero qué le diría a Fernando Gimeno si lo tuviera delante.

Que nos debe 50 millones.


Pero el consejero de Hacienda parece discutir ahora las cifras.

Parece no, las discute. ¿Por qué las reclamaba tan arduamente y con razón cuando era concejal de Hacienda? Ha sido incapaz de explicar por qué. Se puede negociar cómo, pero pagar se tiene que pagar. 50 millones de euros no son cualquier cosa. Las contradicciones que él plantea son consigo mismo, no con esta ciudad.


El Ayuntamiento cifró en más de 100 millones las competencias impropias y pidió un fondo de capitalidad de otros 50. ¿Mantiene usted esas cifras?

La disposición del Ayuntamiento para dialogar es total. Estas aproximaciones, demasiado valientes y en un tono bastante agresivo, las establecían otros. Zaragoza necesita una ley de capitalidad que reconozca sus particularidades y requiere que la DGA financie sus obligaciones. Si Gimeno considera que 100 más 50 es una cifra a partir de la cual empezar a hablar, a mí no me parece mal. La ha fijado él.


En el contexto de emergencia social del que habla ZEC parece que faltan medidas presupuestarias enérgicas para atenderla.

Estamos sujetos al presupuesto de 2015, que no es nuestro y que en algunas áreas está ejecutado al 100%. Responderemos de nuestras políticas en 2016 a pesar de las rémoras que nos encontramos. Nuestras prioridades serán las personas y la cultura.


¿Pagarán la deuda a los bancos?

Vamos a pagar todas las deudas reconocidas, incluso las que no nos parecen bien. Pagaremos, pero en condiciones decentes.


Ha sido muy crítico con las deudas a Zaragoza Alta Velocidad. ¿Cómo van las negociaciones?

Hay un acuerdo de las entidades que forman parte de la sociedad para exigir la rebaja del intereses y el aumento del periodo de pago.Es posible. Hay bancos rescatados con dinero público. ¿Por qué razón esa banca no va a ser comprensiva con la situación de emergencia social de una sociedad que antes la rescató a ella?


¿El IBI subirá el año que viene?

No podemos subir el IBI. Las tasas se congelan. En el IBI hay que rebajar el tipo impositivo para que la mayoría de la ciudad no vea aumentado su sufrimiento.


Si baja el tipo podría suponer que los valores catastrales más bajos vean incrementado el recibo y los altos lo vean reducido.

Hay términos medios que permitan que lo valores más modestos se queden como están o que tengan subidas de unos pocos euros y que los más altos sí que tengan algunas subidas.


Sin pacto con otros grupos, ¿teme la prórroga presupuestaria?

No. Las minorías son buenas porque obligan a dialogar. Sería una locura y un riesgo tremendo que hubiera que prorrogarlos. Todos tendremos que ceder.


Habla de diálogo, pero la oposición acusa a ZEC de tomar decisiones unilaterales.

Es que no es verdad. Los mismos que dicen que hay una falta de diálogo por parte del gobierno, que no es verdad, son los mismos que dicen que no estamos tomando decisiones de calado. Otra cosa es que esperaran que ZEC hiciera en un mes cosas que ellos no hicieron en muchos años.


Ha suscitado sorpresa la unión de dos áreas tan dispares como Hacienda y Cultura.

Son perfectamente unibles. Jamás suscitó dudas que estuvieran juntas Medio Ambiente y Cultura. Si la cultura es de verdad un instrumento de desarrollo social, qué mejor que estar vinculada a la economía, que es la que tiene que financiar todas las políticas. Es de sentido común.

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