Diez años en busca de su gemela, una niña robada

Pilar Ortiz ha hablado por teléfono con una mujer que puede ser su hermana. Su caso está pendiente de la investigación de la Policía y que la juez pida una prueba de ADN.

Cada día que pasa, Pilar Ortiz siente que se le escapa el tiempo para conocer a su hermana gemela, que nació el 4 de febrero de 1948, en la Maternidad provincial. Junto a su marido José Luis, lleva más de diez años metida en los archivos, registros, comisarías y juzgados rebuscando documentos para demostrar que a sus padres los engañaron cuando les dijeron que su gemela, Engracia, había muerto. De momento, su investigación particular (la más completa de todos los casos de España) ha demostrado que ni la niña murió ni la enterraron en los cementerios de Zaragoza, como les dijeron las monjas de la Maternidad a la madre y al padre, que venían de Sos de Rey Católico y no pudieron verla fallecida.


Ahora, Pilar está pendiente de que concluyan las pesquisas de la Policía, que lleva dos años detrás de la gemela, y de que la juez decida si la mujer puede ser su hermana y ordene la práctica de la prueba de ADN a ambas.

"He hablado dos veces con la que puede ser mi hermana por teléfono y me dijo que le gustaría saber que tiene una hermana porque su madre perdió dos hijos", explica Pilar Ortiz. "Hace cinco años ya le había mandado una carta porque ella estaba en el listado de las 30 niñas que nacieron en Zaragoza ese mes de febrero de 1948 y lo conseguimos en el Registro Civil gracias a la juez", asegura.


Aunque la supuesta hermana nació en la Maternidad provincial el mismo día que María Pilar, registraron que vino al mundo con otro nombre distinto de Engracia, con los apellidos de sus padres adoptivos (aunque constan como biológicos) y en una casa de la calle Marina Moreno (actual paseo de la Constitución), que era entonces la vivienda de un ginecólogo. Pilar Ortiz lleva una década detrás de su historia desde que su padre se puso enfermo y tuvo que preparar los papeles de la herencia familiar. Así descubrió que en el Registro Civil constaba la supuesta muerte de Engracia a los cinco días de su nacimiento, algo que era un contrasentido. "A mi madre le dijeron que falleció el mismo día de nacer y cuando llegó mi padre del pueblo tres días después ya le dijeron que ya estaba en la losa. Les contentaron con mi nacimiento. Un cura que llevaba el archivo del Provincial ya me dijo que mi gemela estaría en manos de una familia de posibles", rememora.


Llevó su caso a los juzgados dos veces: en 2009 se lo archivaron y en 2011 lo aceptaron. Pero la fecha fundamental fue el 12 de marzo de 2013 cuando la juez Soledad Alejandre asumió la investigación realizada por Pilar y su marido, y reclamó a la Policía Judicial la búsqueda de la gemela, como una niña robada. El listado de pequeñas nacidas en febrero de 1948 que pudieran ser su hermana se redujo a 18 y ellos lo entregaron a los agentes del Servicio de Atención a la Mujer de la Policía Nacional.


Hace un mes y medio llegó una información "muy fidedigna" a Pilar Ortiz sobre la identidad de su posible hermana y no tardó en descolgar el teléfono y llamarla. Es su batalla y sabe que queda poco tiempo para la solución final. Su posible hermana reside en Barcelona con su marido, aunque su familia adoptiva procede de un pueblo ribereño de Zaragoza y también le han ido a preguntar.


"La madre era mayor cuando perdió a los dos hijos y le pudieron facilitar la hija. En la Policía llegaron a decirme que había una que era muy parecida a mí, aunque insisten en tenerlo seguro por lo que puede suponer para esa persona", señala Pilar Ortiz. "Pero claro, yo les dije que nosotros somos los más afectados. Yo no quiero cambiar la vida de mi hermana, pero sí saber la verdad por la memoria de mis padres", agrega la mujer que ha servido de espejo para muchas personas que la han llamado para pedir consejos. Por fin le toca a ella, con su gemela.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión