"Quiero que la DPZ dé ayudas para que ser alcalde no cueste dinero"

Juan Antonio Sánchez Quero. Presidente de la DPZ.
Asegura que acabará con el reparto de subvenciones por cupos políticos y apuesta por dar una "asignación" a los alcaldes.

El socialista Juan Antonio Sánchez Quero, ayer, en su nuevo despacho como presidente de la Diputación de Zaragoza.
El socialista Juan Antonio Sánchez Quero, ayer, en su nuevo despacho como presidente de la Diputación de Zaragoza.
GUILLERMO MESTRE

El alcalde de Tobed desde hace 20 años, el socialista Juan Antonio Sánchez Quero, conoce bien la Diputación de Zaragoza. Entró a trabajar en ella en 1987 como empleado público, fue liberado sindical de UGT en la institución y desde hace 12 años es diputado provincial. El pasado jueves fue elegido presidente con los votos del PSOE, el grupo provincial En Común y Chunta.


¿Cómo afronta el reto de presidir la Diputación de Zaragoza?

Con mucha responsabilidad. Conozco la institución, pero presidirla es algo nuevo y en dos días ya me he dado cuenta de que mover esta maquinaria lleva mucho trabajo. Por eso quiero modernizarla.


¿Cómo ve la institución?

Esta mañana el tesorero me ha dicho que es la corporación más pobre que ha habido en toda la democracia. Con esto no digo que mi antecesor la haya gestionado mal, lo que pasa es que los ingresos han ido descendiendo y además ha habido que atender imprevistos.


¿Qué valoración hace del mandato de Luis María Beamonte?

Yo lo habría hecho de otra manera. Creo que los municipios pequeños han tenido, en proporción, menos recursos que los grandes. Yo voy a buscar un reparto más equitativo.


Ese reparto benefició, sobre todo, a Tarazona.

En el anterior mandato Tarazona se situó a la altura de Calatayud, que tiene justo el doble de habitantes. Y los repartos para gasto corriente tenían un único tramo a partir de los 10.000 habitantes. Eso está ahí, y creo que se podía haber hecho de otra forma.


Desde el PP replican que Javier Lambán hizo lo mismo con Ejea.

Hay que mirar al futuro. Si miramos al pasado, yo estoy perdido.


¿A qué se refiere?

A que mirando al pasado no haremos nada. Sé lo que quiero hacer, lo tengo muy claro, pero no puedo andar remontándome a lo que han hecho otros antes.


Ya ha anunciado que va a cambiar el organigrama de la institución. ¿De qué forma?

Hasta ahora había cinco áreas. En aras de una simplificación y modernización, planteo reorganizarlas y reducirlas a cuatro: Presidencia, Servicios y Desarrollo Municipal, Asistencia y Modernización Local y Ciudadanía. Pero los detalles quiero dárselos antes a los diputados y a los trabajadores.


También ha adelantado que va a reducir el número de cargos de confianza. ¿Cuánto?

La ley nos permite tener hasta 42 cargos de confianza y ahora hay 30. No sé cuántos más voy a reducir, pero como mínimo suprimiré los cinco directores de área y también los directores de la asistencia y asesoría a municipios y la agencia de planeamiento. Todos esos cargos los cubriré con funcionarios.


¿Han calculado ya cuánto pueden ahorrar con esas medidas?

Aún no, porque además quiero esperar a ver qué línea siguen el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón. Pero solo con la supresión de directores y de escoltas y con la reducción de coches oficiales vamos a ahorrar un millón y medio de euros en cuatro años.


En su discurso de investidura habló de crear un estatuto de los alcaldes y concejales que establezca sus derechos y obligaciones, sus incompatibilidades y también sus retribuciones.

Como presidente de la DPZ, quiero promover ese estatuto. Hacer un borrador y empezar a hablar con los alcaldes para ver cómo lo ven.


¿Su idea es redactarlo y elevarlo a otra institución?

Mi idea es hablar también con el Gobierno de Aragón, con la Diputación de Huesca y con la de Teruel y entre todos lograr un estatuto para todos los alcaldes y concejales de la Comunidad.


¿Cuál es su postura sobre las retribuciones de los alcaldes?

Creo que deben fijarse unas retribuciones homogéneas en función del tamaño de los municipios. Así un alcalde podrá ponerse sueldo si quiere, pero sabiendo cuál es el máximo que puede cobrar y los derechos, las obligaciones y las incompatibilidades que eso conlleva. Otra cuestión importante que dije y que pasó desapercibida es que creo que los alcaldes de los pueblos pequeños deben tener una asignación o alguna forma de retribución para que no tengan que pagar de su bolsillo gastos del cargo.


¿Se refiere a una asignación financiada por la DPZ?

Financiada con cargo a los presupuestos públicos. Pero no me importaría que la Diputación de Zaragoza tenga una partida específica para eso. Si legalmente es posible, me gustaría reservar la cantidad que sea necesaria para que ser alcalde no cueste dinero. Insisto en que no se trataría de un sueldo, sino de una asignación para compensar los gastos que conlleva el cargo: gasolina, móvil... Y solo sería para los alcaldes de los ayuntamientos pequeños, aunque, al fin y al cabo, el 80% de los municipios tienen menos de mil vecinos.


En su acuerdo con el grupo En Común se compromete a acabar con el sistema de reparto por cupos. ¿Se da cuenta de que eso supone darle la vuelta a la forma de funcionar de la DPZ durante casi dos décadas?

Efectivamente. A eso he venido.


Pero la tarea va a ser ingente.

Bueno, será la tarea de un presidente que tiene las cosas claras, que quiere trabajar por los ayuntamientos y por la provincia y que quiere que todos seamos iguales. El que esté de acuerdo, bien, y el que no...


Deduzco que reconoce que el sistema de cupos es perverso.

Vamos a ver... el sistema de cupos ha funcionado hasta ahora. De cupos o como lo quieras llamar. Porque hay que recordar que los cupos se refieren al porcentaje de ayuntamientos y de población que tiene cada grupo, no a que los partidos se repartan el dinero entre ellos. Y claro, al que no tiene alcaldes o tiene muy pocos no le corresponde dinero para distribuir.


Pero el problema de los cupos no es ese. El problema es que los partidos deciden cómo repartir el dinero en lugar de atenerse a criterios puramente objetivos.

Lo reparte cada partido porque conocen mejor las necesidades de sus ayuntamientos.


Y de paso sus dirigentes se aseguran el control orgánico del partido y pueden castigar a los díscolos. ¿Cómo va a acabar con esto?

Tenemos que verlo, pero mi idea es acabar con los porcentajes y hacer las cosas con criterios objetivos y por concurrencia competitiva. En eso voy a ser tajante.


¿Cómo de sustancial va a ser la reducción del presupuesto para ayudas de Presidencia?

Esas ayudas solo serán para emergencias o imprevistos.


Así surgieron, pero luego el sistema se pervirtió.

Posiblemente. No puede haber tantos millones para ayudas de Presidencia. Ese dinero tiene que destinarse a planes objetivos y reglados.


Habrá quien se pregunte por qué este cambio de postura si con Lambán el sistema era el mismo

Con Lambán no fue tan descarado como en los últimos años.


Pero con Beamonte el PSOE no lo denunciaba. Solo se quejaba para reclamar su parte.

Si el presidente no miraba por todos los alcaldes por igual, había que quejarse.


¿No tienen que hacer autocrítica?

Autocrítica hay que hacer siempre. Errar es de humanos y a todos los ayuntamientos hay que tratarlos por igual.


El grupo provincial del PSOE apenas se ha renovado. ¿Qué les diría a los escépticos, a los que no creen que las mismas personas vayan a hacer distintas políticas?

Que tendrán que ir viendo si cumplimos lo que decimos. Somos los mismos actores, pero el guión es diferente y yo, como presidente, voy a llevar a cabo todos esos cambios. Me va a costar, pero para eso voy a trabajar.

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