Los reyes de la agilidad
Carmen Briceño y David Molina, junto a sus perros Magia y Fran, se proclamaron en Oviedo campeones nacionales de agility, un deporte donde un guía dirige a un perro sobre una serie de obstáculos, los cuales tiene que librar de manera limpia y compitiendo contra el reloj.
Briceño venció en la categoría S (perros pequeños), mientras que Molina lo hizo en la categoría de perros medianos. En el 25º aniversario del certamen nacional de RSCE (Real Sociedad Canina de España) de agility, que se celebró en Oviedo (Asturias), participaron más de 200 canes procedentes de todo el país. Y alzarse conel título no fue nada fácil para estos zaragozanos. Ambos tuvieron que sortear dos tipos de circuitos. Uno, con más de 22 obstáculos, como rampas, balancines, pasarelas... Y otro con túneles y saltos. El recorrido lo determina un juez y en siete minutos los dueños de los canes tienen que memorizarlo. Y vaya si lo hicieron. "Carmen y yo conseguimos el mejor tiempo y también el mejor recorrido, sin que nuestros perros golpearan los obstáculos. Así, en el cómputo general de estas dos pruebas salimos victoriosos", cuenta Molina, quien además es el presidente del Club Agility LAlmozara de Zaragoza.
"Fue un fin de semana inolvidable", recuerda Carmen Briceño, actual subcampeona del mundo de la especialidad y por equipos mini. Para esta joven, de tan solo 20 años, ganar este campeonato fue una doble alegría. "Era el único certamen que se nos resistía a Magia y a mí", recalca Brieño, entusiasmada, ya que era el tercer año que luchaba por este título y "por fin conseguimos la victoria". Además, tras este triunfo, Briceño y su perra, una Shetland Sheepdog de pelo largo tricolor (negra, blanca y marrón) se han clasificado directamente para el Campeonado del Mundo que se celebrará del 8 al 11 de octubre de este año en Italia.
El can de David, un perro de agua español, lleva en este arte de dominar obstáculos más de ocho años. De hecho, Fran fue campeón del mundo individual en 2013 en Johannesburgo (Sudáfrica). Pero ganar este campeonato supuso para amo y perro "un grandísimo orgullo". Y es que Fran estuvo lesionado y llevaba más de tres meses sin competir. Además, "concursaba con perros mucho más jóvenes y ahora mismo hay un nivel muy alto en España porque cada vez se practica más este deporte". Este amante del Agility (tiene diez perros, la mayoría con nombres aragoneses, con los que practica este deporte) confiesa que la clave de su éxito, que no es otra que "disfrutar". "El agility no debe ser un deporte de obediencia por sumisión, sino una obediencia positiva que implique juego y mucho cariño", afirma.
Por su parte, Briceño, que compagina sus estudios de Veterinaria con su pasión por este deporte, asegura que "la conexión y el vínculo afectivo" que tiene con Magia ha sido la llave de todos sus éxitos. Pero, esta vez planeó una estrategia: "Entrené poco para dejarla con las ganas y salió más viva que nunca", revela la joven. "En otros campeonatos Magia estaba lejos de los mejores canes pero en este certamen demostró estar a la altura de los veteranos", concluye.
