ZEC revisará la gestión económica del PSOE con una auditoría que estará lista en septiembre

El informe analizará la ejecución del presupuesto, las partidas infradotadas o los gastos en sentencias judiciales. Rivarés ordena acelerar el pago de las facturas pendientes en el plazo de 60 días.

El concejal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, en imagen de archivo
El concejal de Economía y Cultura, Fernando Rivarés, ayer, tras el gobierno municipal.
Ayuntamiento de Zaragoza

Al igual que hiciera Luisa Fernanda Rudi en 1995 y Juan Alberto Belloch en 2003, el gobierno municipal de Zaragoza en Común (ZEC) acordó ayer encargar una auditoría que servirá para analizar la herencia económica que deja su socio en la sesión de investidura, el PSOE, después de 12 años de gobierno. El trabajo, que estará listo el próximo mes de septiembre, será dirigido por la intervención general del Ayuntamiento de Zaragoza, con la colaboración de todas las áreas, sociedades y patronatos.


El concejal de Economía y Cultura y portavoz del gobierno municipal de ZEC, Fernando Rivarés, insistió en que el citado informe debe reflejar "fielmente" la situación de las arcas municipales. "Hay cosas que no sabemos que deben aflorar", avisó Rivarés. Y detalló los puntos específicos que debe incluir. El más importante a corto plazo es el estado de la ejecución del presupuesto municipal, con el gasto comprometido a 30 de junio de 2015.


Pero no se quedará solo ahí. Rivarés señaló que la auditoría debe "acreditar que las partidas presupuestarias son suficientes para hacer frente a los pagos comprometidos", es decir, si existen partidas infradotadas en el presupuesto, una práctica habitual durante los últimos años. También se analizarán todas aquellas obligaciones de gasto adquiridas en los últimos ejercicios y que se aplicarán en 2015. Rivarés calificó estas facturas de "rémoras que pasan de un año a otro".

Deuda y sentencias

La auditoría tendrá un capítulo dedicado a la deuda, para conocer "con detalle" la situación de todos los créditos a corto y a largo plazo, así como todo tipo de préstamo o aval, además de los vencimientos y los intereses que se abonan por cada uno de ellos. Por otro lado, Rivarés abordó una de las cuestiones que más ha condicionado la recta final de la gestión del PSOE: los altos costes de varias sentencias condenatorias al Ayuntamiento.


En este sentido, explicó que se quiere analizar la situación de todas las sentencias firmes que hay que abonar, además de todos aquellos procesos judiciales que estén abiertos, por ejemplo en materia de suelos o contratos, y en los que haya riesgo de sufrir un varapalo económico. Rivarés citó dos casos que debe asumir a corto plazo el gobierno municipal. Uno es el pleito con las empresas adjudicatarias de los barrios rurales (3,5 millones) y otro es una expropiación en la avenida del Puente del Pilar, que puede superar los 10 millones de euros.


Por último, indicó que la auditoría analizará el grado de cumplimiento del plan de ajuste, así como de la regla de gasto y de la normativa de morosidad. Afirmó que en este trabajo de fiscalización no se va a incluir la auditoría a las contratas anunciada por el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero. Explicó que la situación de las concesiones "se revisará una por una".


Además de la cuestión de la auditoría interna, el responsable de las arcas municipales anunció que ha dado instrucciones para que "en el plazo de 30 días toda factura municipal sea rechazada o confirmada" y que también en el plazo de 30 días "la obligación reconocida esté pagada". Con la medida Rivarés afronta uno de los problemas del Ayuntamiento, que es el de las facturas en los cajones e incluso las que están ‘en el limbo’ al no haber superado ningún trámite de reconocimiento. No aclaró la capacidad que la tesorería para pagar. "Zaragoza tiene suficientes recursos para hacer frente a los pagos conocidos", dijo.

Ordenanzas fiscales de 2016

Rivarés anunció además que el gobierno ha cursado una orden al jefe de departamento de Gestión Tributaria para iniciar los trámites en la elaboración de las ordenanzas fiscales, que deberán contar con un borrador el próximo septiembre. No dio muchas pistas de por dónde irá la revisión de impuestos y tasas de cara a 2016, aunque citó el caso del IBI.


A la hora de abonar la contribución urbana, los contribuyentes ya no podrán contar con bonificaciones, al acabar el plazo legal de tres años para aplicarlas. Por eso, el aumento que ha registrado desde 2013 la base del impuesto disparará el recibo en 2016 con porcentajes superiores al 27% si no hay ninguna medida correctora.


Rivarés defendió que el Gobierno central autorice la ampliación del periodo de bonificaciones "tres o cuatro años" y le exigió que "no se enroque en su política de maltrato" a los ayuntamientos. También advirtió que el Ayuntamiento puede bajar el tipo impositivo para compensar la subida, pero añadió que "casas de cierto postín" podrían ver cómo pagaban "5 o 10 euros menos", mientras que "las de los trabajadores abonarían hasta 100 euros más". Este efecto se produce porque en 2013 PSOE, CHA e IU acordaron reducir el nivel de bonificación conforme aumentaba el valor catastral. En cualquier caso, rechazó aumentar la presión fiscal.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión