Las fiestas de la Vaquilla dejan más ingresos en la hostelería de la capital que en el pasado año

El aluvión de visitantes se tradujo en más pernoctaciones y un mayor consumo de comida y bebida.

El alcalde –en el centro– acompañado por ediles y el jefe de la Policía Local, ayer en el Torico.
El alcalde –en el centro– acompañado por ediles y el jefe de la Policía Local, ayer en el Torico.
M. A. m.

Las últimas fiestas de la Vaquilla, que finalizaron el lunes pasado, han generado más ingresos para la ciudad de Teruel que otras ediciones. Así lo afirmó ayer el alcalde, el popular Manuel Blasco, quien destacó que, desde el punto de vista económico, la ciudad ha aprovechado muy bien los once días de festejos, sobre todo las tres últimas jornadas, días grandes de la celebración, cuando acude a la localidad un mayor número de personas.


Blasco se apoyó en la información recibida de los hosteleros de la ciudad, según los cuales, el fin de semana de Vaquilla –sábado, domingo y lunes– ha sido "excelente", tanto por las pernoctaciones realizadas en los distintos establecimientos como por el consumo de alimentos y bebidas. "Se ha vendido mucha más comida que otros años y los turistas que han venido se han dejado más dinero que en anteriores ocasiones", afirmó.


El alcalde añadió, como punto positivo, que por primera vez las terrazas de los bares del Centro Histórico hayan podido convivir con el ambiente vaquillero. "Es un salto cualitativo importante que un vecino o un turista se pueda tomar un refresco sentado en un velador, aunque sea con las incomodidades propias de la Vaquilla", dijo.


Sin que exista una estimación de la cifra de visitantes que vino a Teruel el fin de semana de la Vaquilla, Manuel Blasco apuntó que, a juzgar por la superficie que ocupan aquellas peñas que reciben más afluencia de gente –las ubicadas en las rondas de Ambeles y Dámaso Torán– la llegada de turistas va en aumento. "Yo he visto mucha gente", subrayó.


A pesar de la gran muchedumbre que hubo en la ciudad desde el viernes 10 de julio hasta el lunes día 13, la última Vaquilla ha sido una de las más tranquilas que se recuerdan. Al menos, esto es lo que opinó Manuel Blasco a la hora de hacer balance de las fiestas y ello debido a la ausencia de incidentes destacados.


No obstante, la intervención de la Policía Nacional con una unidad canina para la detección de drogas permitió realizar detenciones de personas a las que se les requisaron sustancias estupefacientes destinadas a la venta. Además, dos barras de bar instaladas en una calle de la Zona incumplieron el horario de cierre y la normativa en cuanto a niveles de sonido de la música, por lo que se les abrirá un expediente y serán sancionadas de una manera "ejemplar", afirmó ayer el alcalde.

Más seguridad

El Ayuntamiento tendrá en cuenta para próximos años que en la última puesta del pañuelo al Torico, el acto más masificado, con diferencia, de todos los que tienen lugar en las fiestas de Teruel, un joven encendió una bengala. No obstante, Manuel Blasco consideró este hecho como "un caso aislado". "Se tratará de identificar a todo aquel que ponga en riesgo la salud y seguridad de las personas que allí se concentran, pero tampoco podemos cachear a toda la gente que entra en la plaza del Torico", explicó.


El alcalde afirmó que la colocación del pañuelico al famoso astado de bronce es "uno de los momentos más complicados de la fiesta". "Allí se reúnen miles y miles de jóvenes a 40 grados a la sombra y con bebidas alcohólicas por dentro y por fuera. Esto requiere que todos seamos responsables y que si alguno no lo es debe ser separado del grupo y castigado", dijo.


Además, el Ayuntamiento prohibirá la instalación de carteles publicitarios en la plaza del Torico durante el acto de inicio de las fiestas, tras haberse visto este año en los balcones de las casas de este emblemático espacio urbano turolense algunos rótulos con anuncios, algo que está sancionado por la normativa municipal.


Como objetivo para ediciones venideras, el Consistorio se ha propuesto lograr que la plaza del Torico y calles próximas queden transitables en el plazo de dos horas después de la puesta del pañuelo. Para ello, destinará más recursos de limpieza que permitan retirar del pavimento la gran cantidad de residuos que el público genera en el acto más multitudinario de la Vaquilla.


Otra asignatura pendiente es el acondicionamiento de un espacio para que los jóvenes que acuden a las fiestas puedan acampar. Blasco destacó que ya en la legislatura pasada se estudió la posibilidad de poner en marcha esta actuación, pero la falta de presupuesto y de una ubicación concreta frenó la iniciativa. "Creo que debe hacerse bien. Abrir una gran explanada donde todo el que quiera acampe en malas condiciones, sería un error. Hace falta luz, saneamiento y servicios, y ello requiere una inversión importante", afirmó.

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