Desalojan Filosofía y Letras por el incendio del motor de un ascensor, tercer percance del año

Según explicó ayer el decano, Eliseo Serrano, el siniestro ocurrió sobre las 13.45 y los primeros en notarlo fueron los profesores y alumnos que trabajaban en los despachos y salas de las plantas superiores y el personal de cocina. El cuarto en el que están alojados los motores de los dos ascensores está próximo a esta dependencia, por lo que el fuerte olor a quemado fue lo que hizo saltar las alarmas. Avisados los bomberos y el equipo de mantenimiento del campus, el siniestro fue resuelto con rapidez.

Previamente, y en base al protocolo de seguridad implantado en la Universidad, el edificio fue desalojado por completo. En ese momento había alrededor de 70-80 personas (las clases ya han finalizado, por lo que el edificio no está demasiado ocupado estos días).

El decano de Filosofía y Letras reiteró "la necesidad urgente" de rehabilitar esta facultad. "Estamos rozando la tragedia", dijo. Serrano recordó los otros dos percances sufridos en las dependencias universitarias en los meses pasados y pidió que se acometan ya las obras necesarias para reformar la Facultad. "Llueve sobre mojado –dijo– y lo ocurrido tiene que hacer pensar". El decano pidió a los partidos que se comprometieron antes de las elecciones del 24 de mayo a llevar a cabo las reformas necesarias que se pongan las pilas.

A consecuencia del incendio del motor, el ascensor quedó fuera de servicio. Asimismo, se optó por cerrar la cafetería, por prudencia e higiene: "Al estar tan cerca de la sala donde se ha quemado el motor –apuntó Serrano– se ha preferido clausurar esta dependencia por seguridad alimentaria, ya que el humo ha entrado en la sala".

El personal que estaba hoy en Filosofía y Letras pudo volver a sus tareas sobre las 14.30.