De la calle al despacho

Fue un día tanto de cambios para los que llegaban como para los que se iban. El alcalde, Pedro Santisteve, evitó ayer el coche
oficial y se desplazó a la plaza del Pilar en tranvía. Mientras, los ya exediles retornaban a su vida civil después de cuatro años en el Ayuntamiento.

Pedro Santisteve, ayer, en un tranvía que le acercó hasta la plaza del Pilar.
Pedro Santisteve, ayer, en un tranvía que le acercó hasta la plaza del Pilar.
Asier alcort

Aunque tratara de aparentar normalidad, al nuevo alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, se le notaba en la cara que no era un día cualquiera. Tras la investidura del sábado, inició su primera jornada laboral como regidor de la quinta ciudad de España con el peso de la responsabilidad en la voz. Lucía americana y corbata tras el fragor de la campaña. "Es para despistar", bromeaba mientras se dirigía a su primer día en la Casa Consistorial.


A primera hora de la mañana, Santisteve se dedicó a atender a medios de comunicación para dar cuenta de los primeros pasos en la alcaldía. Aunque admite que usará puntualmente el coche oficial si así lo requiere la situación, prefiere el transporte público o caminar. A la salida de la televisión autonómica no le esperaba el habitual vehículo de cristales tintados. "¿Vamos a pie o en tranvía?", preguntó. Al final optó por el transporte público, ya que faltaban pocos minutos para que comenzara la primera reunión de su grupo.


"Cojo el tranvía aunque sean tres paradas. Me gusta ir con la gente", comentó Pedro Santisteve. También dijo ir en bicicleta, aunque con cuidado. "No soy un ciclista experimentado, soy un ciclista cobardica. Me gustaría resolver lo antes posible los problemas entre peatones y ciclistas", afirmó sonriente.


Muchos todavía no reconocían al nuevo alcalde, otros se quedaban mirando extrañados y los había que se acercaban a saludar. "Estoy perdiendo el anonimato a marchas forzadas. La gente te transmite energía, te saluda con cariño. Hemos calado", explicó.


Tras bajar del tranvía, cruzó la plaza del Pilar con decisión hacia su nuevo destino: la Casa Consistorial. Al llegar a la puerta principal, el policía municipal le saludó marcialmente mientras el regidor indagaba sobre la mejor forma de acceder a la planta noble. Allí le esperaba su despacho, con su artesonado y la mesa que rescató Belloch de la alcaldía de Juslibol.


Explicó que durante estos primeros días quiere aterrizar, proceder a la organización del Área de alcaldía y visitar las dependencias municipales. Comentó que tomará contacto con los funcionarios y con los llamados a ser sus socios, los portavoces de PSOE y CHA. Además, quiere empezar a cerrar los primeros encuentros con la sociedad civil.


En la misma puerta de la sala del Gobierno de Zaragoza le esperaban todos los ediles de Zaragoza en Común (ZEC), pendientes de su llegada para iniciar la primera reunión del gobierno. "Estoy encantado de entrar a saludar a mi gente", comentó Santisteve. Allí besó a su número dos y próxima vicealcaldesa, Luisa Broto, y a la concejal Elena Giner, y saludó afectuosamente al edil Fernando Rivarés. "¿Ya habéis decidido todo? Pues vámonos a almorzar", bromeó poco antes de iniciar más de dos horas de reunión. Comenzaba una nueva corporación.

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