Día grande en la cuna de Aragón

La ausencia de vida monástica en San Juan de la Peña no significa que también haya desaparecido la actividad en torno a la que fue cuna del Reino de Aragón, algo por lo que vela la Real Hermandad que lleva su nombre desde hace más de 60 años. En sus inicios se ocupó con gran esmero de mantener el monasterio en las mejores condiciones, incluso se encargó de retejarlo, pero actualmente su misión es únicamente cultural. La forman 520 miembros, a los que hay que sumar las 25 incorporaciones que se hicieron efectivas ayer, en la celebración de la festividad de San Juan Bautista.

Fue una jornada de convivencia, pero sobre todo un día a recordar para los 14 nuevos caballeros y 11 damas que por primera vez llevaron la capa que los acredita como miembros de la Real Hermandad. No todos tienen este privilegio, ya que desde hace varios años hay lista de espera para poder ser investido. Los interesados deben solicitarlo. "Según los estatutos no podemos sobrepasar la cifra de 25 cada año, por lo que el Consejo Rector de la Real Hermandad decide entre todas las solicitudes qué personas pasarán a formar parte", explicó Félix Longás, hermano mayor. Se valora que sean personas "honorables y que sientan los valores que San Juan de la Peña representa, que lleven Aragón dentro y que nos ayuden a difundir la importancia de San Juan de la Peña".

Por lo tanto, para todos los que ayer asistieron fue "un día grande". "Damos la bienvenida a nuevos caballeros y damas que van a compartir con nosotros la ocasión de servicio y fidelidad a lo que este santuario significa como centro de espiritualidad, cuna del Reino de Aragón y seña de identidad de lo aragonés".

La jornada comenzó a las 11.15 con la recepción de invitados, autoridades, miembros de la hermandad, amigos y familiares. Allí estaban el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente; los consejeros en funciones del Gobierno de Aragón Francisco Bono y Modesto Lobón; el director general de Patrimonio, Fernando Callizo; el presidente de la comarca de la Jacetania, José María Abarca; la concejal de Jaca Olvido Moratinos; el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, o el gestor de San Juan de la Peña y alcalde de Biescas, Luis Estaún, entre otros.

A continuación se celebró una misa, presidida por el obispo de la diócesis de Jaca y Huesca, Julián Ruiz Martorell, y el abad mitrado de Leyre, Juan Manuel Apesteguía. Una vez finalizada la eucaristía, las autoridades realizaron la ofrenda a los reyes y nobles de Aragón, depositando una corona de laurel en el panteón real y todos los asistentes se trasladaron al claustro del monasterio para el acto de investidura de los caballeros y damas. Entre estas se encontraba Pilar de Yarza Mompeón, presidenta editora de HERALDO DE ARAGÓN, que se mostró emocionada por esta distinción y destacó el marco incomparable en el que se desarrolla el acto, el claustro del Monasterio Viejo. El resto eran personalidades de diversos ámbitos, de la economía o el derecho.

Acompañados por otras damas y caballeros más veteranos, recibieron la capa y la medalla que los acredita como nuevos miembros. Por último, entonaron el himno de la entidad y se desplazaron hasta la pradera de San Indalecio para disfrutar en el interior de la iglesia del monasterio de una comida de confraternización.

En las próximas semanas se sucederán diversas charlas en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Jaca a las 20.00. Abrirá el ciclo el 11 de julio Javier Ferrer, quien hablará de folclore y etnografía. El 18, Mario Garcés ofrecerá una visión romántica de la Jacetania a los ojos de los viajeros del S. XIX. Ya para concluir la sesiones, el 25, Alberto Gómez disertará sobre arqueología y reconstrucción virtual del Monasterio Viejo.