Wimbledon, terapia para el tenis español

Rafa Nadal reconoce que la guerra abierta entre los jugadores y la Federación está siendo un "espectáculo lamentable".

Rafa Nadal, optimista ante su propio reto en Wimbledon.
Rafa Nadal, optimista ante su propio reto en Wimbledon.
Adam holt/reuters

En medio de la tempestad, del conflicto entre jugadores, Gala León y Federación, aparece Wimbledon. No hay otro torneo como el londinense. Probablemente la cita más especial del año es también un examen decisivo para dos de los principales tenistas del circuito: Rafa Nadal y Novak Djokovic. Primero para el español: tras su batacazo en Roland Garros, y más de un año después de ganar su último título de Grand Slam, el torneo se presenta como una oportunidad. Con menos presión que otros años, pero con las dificultades que tiene ser el décimo cabeza de serie –hay que remontarse a abril del 2005 para ver a Nadal con peor clasificación–, el manacorense debutará el martes ante Bellucci.


En las pistas que le enamoraron de joven, Nadal sueña con su tercer título. Pero antes de jugar, el balear analizó el difícil momento que vive el tenis español: "La situación la veo fatal. Se ha montado un feo show mediático que, creo, solo beneficia a los periodistas. Es inexplicable que se haya llegado a esto. Me parece un espectáculo lamentable que hace daño al tenis", comentó Nadal en la rueda de prensa previa al torneo. "Nunca hemos jugado por dinero sino porque encontrábamos un ambiente positivo en el que se incluían los doctores o encordadores. Y ahora todo esto se ha venido abajo por gente a la que ni le interesa ni siente el deporte", deslizó el español refiriéndose a los motivos por los cuales las principales raquetas españolas no van a ir a Rusia para disputar la Copa Davis.

Djokovic, favorito

Lo cierto es que mañana comienza el torneo más distinto al resto. El torneo del blanco impoluto, las fresas con nata y la hierba milimétricamente cortada. No hay cita más impredecible. Bien lo sabe el balear, que cayó el año pasado ante el joven Kyrgios. Las claves para triunfar también las conoce: "Cuando juegas en hierba tienes que estar centrado en cada punto del encuentro. No puedes hacer dos o tres errores seguidos con tu servicio porque pierdes el set", indicó. Antes de todo eso, en la minigira de hierba, luces y sombras para el manacorense. Por un lado, Nadal ha vuelto a ganar un torneo sobre hierba –Stuttgart–. Por otro, perdió en su debut de Queen’s ante Dolgopolov. "Me siento muy bien jugando sobre hierba. Esta temporada gané un torneo en esta superficie después de cinco años", señaló.


Eso sí, peor no lo puede tener. En un hipotético camino a la final, Nadal tendría que ganar a lo mejor del tenis mundial. Primero a Ferrer –en cuarta ronda–, a Murray en cuartos de final y a Federer en las semifinales, siempre que se cumplan los pronósticos. Nadal y Djokovic solo podrían verse las caras en una hipotética final. Pero Wimbledon no es una reválida solo para el de Manacor, también para el número uno del mundo. Tras perder la oportunidad de su vida en París ante Wawrinka, el serbio aspira a revalidar el título. De momento, Nole destila confianza: llega tras no haber jugado ningún partido oficial sobre hierba, prueba de que le basta con un par de retoques de chapa y pintura ya que su motor sigue en perfecto estado. El vigente campeón abrirá mañana el torneo ante Kohlschreiber.

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