Wimbledon, terapia para el tenis español
Rafa Nadal reconoce que la guerra abierta entre los jugadores y la Federación está siendo un "espectáculo lamentable".
En las pistas que le enamoraron de joven, Nadal sueña con su tercer título. Pero antes de jugar, el balear analizó el difícil momento que vive el tenis español: "La situación la veo fatal. Se ha montado un feo show mediático que, creo, solo beneficia a los periodistas. Es inexplicable que se haya llegado a esto. Me parece un espectáculo lamentable que hace daño al tenis", comentó Nadal en la rueda de prensa previa al torneo. "Nunca hemos jugado por dinero sino porque encontrábamos un ambiente positivo en el que se incluían los doctores o encordadores. Y ahora todo esto se ha venido abajo por gente a la que ni le interesa ni siente el deporte", deslizó el español refiriéndose a los motivos por los cuales las principales raquetas españolas no van a ir a Rusia para disputar la Copa Davis.
Eso sí, peor no lo puede tener. En un hipotético camino a la final, Nadal tendría que ganar a lo mejor del tenis mundial. Primero a Ferrer en cuarta ronda, a Murray en cuartos de final y a Federer en las semifinales, siempre que se cumplan los pronósticos. Nadal y Djokovic solo podrían verse las caras en una hipotética final. Pero Wimbledon no es una reválida solo para el de Manacor, también para el número uno del mundo. Tras perder la oportunidad de su vida en París ante Wawrinka, el serbio aspira a revalidar el título. De momento, Nole destila confianza: llega tras no haber jugado ningún partido oficial sobre hierba, prueba de que le basta con un par de retoques de chapa y pintura ya que su motor sigue en perfecto estado. El vigente campeón abrirá mañana el torneo ante Kohlschreiber.