Monteverdi, de visita en Zaragoza

Los Músicos de su Alteza, con su director Luis Antonio González al frente, iniciaron ayer los ensayos de ‘Il vigilante Dio’, un espectáculo (3 de junio, Principal) al que ponen voz las sopranos Olalla Alemán y Eugenia Boix.

Olalla Alemán, en un momento del ensayo de ayer, junto a Los Músicos de su Alteza.
Monteverdi, de visita en Zaragoza
José Miguel Marco

Cuando tenía 13 años, la soprano Olalla Alemán recibió una casete con música y una pieza le deslumbró. El famoso ‘Lamento de Ariadna’, de Monteverdi. Era la primera vez que escuchaba música antigua y supo de inmediato que quería dedicar su vida "a cantar ese tipo de obras". Alemán, una de las voces más cuajadas del panorama lírico español, compartirá escenario en el Principal el 3 de junio con la montisonense Eugenia Boix –otra estrella– para dar vida entre ambas a los mejores dúos de amor de Monteverdi.


‘Il vigilante Dio’ lleva por título el espectáculo, producido por Ópera Aragón y, como todos los impulsados desde la asociación de amigos del bel canto, tiene el marchamo de la calidad. Los Músicos de su Alteza, con Luis Antonio González al frente, constituyen los cimientos del proyecto, que cuenta con otro especialista de lujo, el director de escena Rafael R. Villalobos, premio Europeo de Dirección de Escena Operística en 2013. Él se ha encargado de armonizar el espectáculo, que incluye escenas de ‘L’Incoronazione di Poppea’, ‘Il retorno d’Ulise in patria’, ‘L’Orfeo’ y ‘L’Arianna’.


Los ensayos comenzaron ayer, en el salón de actos de la Casa de Ganaderos, aunque algunos intérpretes todavía no se habían incorporado por tener compromisos pendientes. Eugenia Boix, por ejemplo, llegará hoy procedente de Alemania.


"Monteverdi sacó la ópera de los círculos cortesanos y la convirtió en lo que hoy es –aseguraba Luis Antonio González–. En el concierto incluimos también algunas obras instrumentales y dos piezas vocales, una de ellas es un madrigal, ‘Con che soavità’, que nos ha sido muy útil para reconstruir algunos elementos instrumentales porque en él están muchas de las claves de la música de Monteverdi".


"El puro desgarro"


Será la primera vez que se escuche ópera de Monteverdi en el Principal (3 de junio, 20.30, entradas de 5 a 25 euros), y aunque Alemán y Boix ya han cantado más veces juntas, la cita constituye una gran oportunidad de disfrutar con el arte de sus gargantas de oro. Para la soprano murciana, que cumple 10 años de colaboración con Los Músicos de su Alteza, "cantar ‘L’Arianna’ es el puro desgarro". Recién llegada de Bélgica, Olalla Alemán reivindicaba ayer la música antigua porque "es, en esencia, muy actual. No entiendo el miedo que tiene cierto público a la música antigua. Para disfrutar enormemente con ella lo único que hay que hacer es ir a los conciertos con la mente limpia. Se entiende perfectamente. Este espectáculo es muy exigente en lo vocal. Poppea, por ejemplo, es un papel muy brillante".


Mención especial merece la dramaturgia. "La hemos trabajado a partir de la retórica y la música porque, al haber tantos personajes en el espectáculo, el conjunto es un poco abstracto y te da bastante libertad para trabajar –señalaba ayer Rafael R. Villalobos–. El elemento central de la escenografía es una cama, no solo como símbolo del amor físico, sino que es también el sitio donde perdemos la noción del universo, donde reflexionamos...". Rafael R. Villalobos (Sevilla, 1987) es joven, pero ya acumula una amplia experiencia operística. La puesta en escena del espectáculo es austera y vertebradora, y está al servicio de la comprensión del público (la representación es subtitulada).


Además de los citados, en el espectáculo intervendrán, por parte de Los Músicos de su Alteza, Sergio Franco, Marta Fernández, y Juan Bernués (violines); Juan Luis Arcos (viola); Pedro Reula (violonchelo); Roger Azcona (contrabajo); Josep María Martí (tiorba) y David Palanca (clave y órgano). Durante todo el día de ayer llenaron de Monteverdi el salón de actos de la Casa de Ganaderos. Seguirán hasta el martes. Al día siguiente, las óperas del cremonense sonarán, por fin, en el Principal. "A él la música le servía tanto para resaltar las palabras de las arias como para contradecirlas. En su música hay mucho humor, incluso sarcasmo", concluía Luis Antonio González.