En este plazo de tiempo, 1.500 oliveras vuelven a recibir los cuidados necesarios para que el aceite que producen reúna la mejor calidad. Y ello gracias a sus padrinos, ciudadanos, empresas e instituciones –más de 500–, que se han involucrado en esta iniciativa solidaria.

El proyecto se ha traducido ya en la creación de siete nuevos puestos de trabajo y en un centro especial de empleo de la Asociación Turolense de Discapacitados Intelectuales (Atadi). Además, las visitas de los padrinos de los olivos junto con familiares y amigos ha incrementado el turismo en la localidad.

"Es un proyecto excelente. Ahora viene mucha gente a visitar el pueblo y, sobre todo, hemos generado empleo", destacó ayer el alcalde de Oliete, Ramiro Alfonso. Aunque es pronto para hablar de crecimiento poblacional, el primer edil del municipio no descarta que la iniciativa suponga, a medio o largo plazo, la llegada de nuevos habitantes.

Alfonso recordó que el abandono de los olivos comenzó en los años 50 y 60 del siglo pasado, cuando muchos vecinos emigraron a ciudades más grandes en busca de una oportunidad laboral al calor del auge industrial. No obstante, destaca que este éxodo no cesó en las décadas siguientes, si bien se produjo "por goteo". El alcalde se mostró entusiasmado por la recuperación de los olivos, algunos de ellos centenarios. "Es muy triste ver el campo abandonado. Ahora queremos hacer una almazara y llevar allí las olivas, que una vez molidas, darán aceite", indicó.

El objetivo de ‘Apadrinaunolivo.org’ es alcanzar la cifra de 1.500 padrinos el próximo año, lo que supondría aumentar el número de olivos recuperados. La contribución de los padrinos asciende a 49,99 euros al año, una cuantía que permite solucionar la problemática del abandono de los olivares. Por otro lado, los promotores de la iniciativa tienen previsto aumentar hasta 12 los puestos de trabajo dedicados a poda, labranza y cuidados especializados de los árboles.