Enrique Carbó propone un paseo por los Pirineos a través de su cámara de placas

El zaragozano expone hasta el 26 de julio en la Diputación Provincial de Huesca.

El propio Enrique Carbó ultimaba ayer la preparación de la exposición, que se inaugura hoy.
Enrique Carbó propone un paseo por los Pirineos a través de su cámara de placas
Javier Broto

Enrique Carbó tiene alma de excursionista, pero en su mochila siempre hay hueco para su cámara de placas. Porque este fotógrafo zaragozano huye de los formatos digitales, y se declara enamorado de la magia del laboratorio para descubrir los paisajes que presenta el Pirineo, una zona que él describe como "mi taller". "Mi cámara recuerda a las del siglo XIX, en la que los fotógrafos se cubrían incluso con una tela para disparar. El tamaño de los equipos es comparable, pero con tecnología actual", dice Carbó. Y así, cargado con los 14 kilogramos de su equipo, pero siempre a pie, el fotógrafo ha recorrido la parte aragonesa de la cordillera, inmortalizando algunos de sus rincones, en una serie que ahora se expone en la Diputación Provincial de Huesca, bajo el titulo ‘Todo Pirineos’.


Hasta el próximo 26 de julio podrán verse las más de 60 imágenes que componen la muestra, y que se agrupan en diferentes series, aunque con la naturaleza pirenaica siempre como gran protagonista. "Creo que hay que distinguir entre territorio y paisaje, ya que este último no es más que la contextualización mental que hacemos de un territorio", dice el artista para expresar el sentido de su obra.


En ella siempre está muy patente el lado docente de Carbó, ya que es profesor universitario en materia de fotografía. "Todo el trabajo que podemos analizar e incluso realizar tiene un poso cultural de todo lo que hemos creado anteriormente, y es una equivocación intentar renegar de ello. Por eso, me gusta incidir en todo lo que lleva detrás una imagen". Para poder acercar todo ese contenido cultural que tiene detrás la exposición, se ha preparado un programa didáctico, enfocado tanto a escolares, centros de tiempo libre y colonias urbanas, como al público en general. Así, los más pequeños podrán participar en diversos talleres de fotografía relacionados con la obra de Carbó, y se realizarán visitas comentadas, todo con entrada gratuita.


Las fotografías que componen la exposición se muestran en gran formato, con el blanco y negro como tonos principales. "En el formato digital el color es más protagonista, y es más fácil trabajar con él, pero con esta técnica prefiero hacerlo así". A lo largo de la muestra también varía la presentación de las imágenes, que aparecen enmarcadas, depositadas sobre papel o montadas en cartón pluma. "Se trata casi todo de obra nueva, en la que la Diputación me ha dado libertad absoluta, por lo que he realizado un trabajo más experimental, tanto en los procedimientos como en las presentaciones". Las obras más antiguas datan de 1997 y hay algunas muy recientes. "La más actual creo que es de septiembre del año pasado, por lo que podríamos decir que todavía están calientes los negativos".


Siempre con la reflexión y el paisaje como denominadores comunes dentro de todas las obras, la exposición se divide en series. La de los ‘Inmemoriales’ se centra en elementos del paisaje que han permanecido inamovibles con el paso del tiempo, ‘Estudios románticos’ expresa una reflexión sobre la historia de la fotografía de paisaje, ‘Infraleve’ y ‘La columna sin fin’ se preguntan sobre la vigencia de las vanguardias o ‘Historias del horizontes’ realiza una mirada de tipo geológico.