Los submarinistas confirmaron a las 1.20 la presencia del cadáver en el interior del vehículo y poco antes de las 2.00 lograron entrar en el Mitsubishi Montero accidentado. Se encontraba sumergido a seis metros de profundidad muy cerca de la orilla del embalse, en un paraje de difícil acceso que, junto con el considerable caudal que estos días arrastra el río Ésera, la turbidez de las aguas y la falta de luz con que se vieron obligados a trabajar los equipos de rescate, complicaron sobremanera las tareas de recuperación del cuerpo, que se prolongaron hasta las 5.00. Una vez sacado del coche, y después de que lo reconociera su padre, que siguió las tareas desde la orilla, su cuerpo sin vida fue trasladado al tanatorio de Boltaña, donde se le realizó la autopsia. A media tarde llegaba a su localidad natal, Castejón de Sos, donde está previsto que a mediodía de hoy se celebre el funeral.

Los padres se inquietaron la mañana del domingo, cuando comprobaron que no había regresado a casa, tras haberse desplazado la noche del sábado hasta Campo para participar en una fiesta multicultural. Preocupados por la falta de noticias, alertaron a familiares y amigos que iniciaron su búsqueda desandando el camino realizado por el fallecido.

Fue su propio padre el que descubrió que una de las biondas que flanquean la carretera en el p. k. 402,269 estaba destrozada; paró el coche y enseguida comprobó como en el tramo de la ladera que caía hacia el embalse se encontraban algunos restos que identificó como pertenecientes al coche de su hijo e inmediatamente dio la alerta, a las 19.30 del domingo.

Hasta el lugar del suceso se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, patrullas de Tráfico, especialistas del parque de bomberos de Graus y de Protección Civil que montaron un dispositivo de búsqueda que permitió, sobre las 22.00, localizar el vehículo accidentado con una sonda. Poco después llegaron a la zona los expertos del GEAS para cerciorarse que el cuerpo del joven se encontraba en el interior del coche, ya que existía el temor de que hubiera podido salir despedido en el accidente, y rescatarlo lo antes posible, por lo que trabajaron en condiciones extremadamente duras.