El Mundial de Yamaha
Montmeló confirma la superioridad de Lorenzo y Rossi para hacerse con el título. Marc Márquez se descuelga de la lucha.
Fue la 37 victoria en Moto GP de Lorenzo, con lo que iguala las conseguidas por el mítico Mike Hailwood en los sesenta. El mallorquín, campeón en 2010 y 2012, camina hacia su tercera corona en una dura pugna con Rossi, que lucha por su décimo título y la posibilidad de aumentar su leyenda. El fin de semana en Montmeló dejó muchas evidencias y unas cuantas incertidumbres. La principal es que, salvo sorpresa mayúscula, el título es cosa de dos, de los dos pilotos de Yamaha, que suman seis victorias en las siete carreras disputadas.
Las Yamaha YZR M 1 funcionan como un reloj y son fiables. En la última evolución incorporaron un cambio de marchas seamless, un sistema utilizado desde hace años por las Honda y reclamado por Lorenzo y por Rossi. De esa manera, las Yamaha son más fáciles de pilotar, son más estables y permiten que el neumático tarde bastante más en desgastarse.
Las Repsol Honda son otro mundo. Demasiada potencia sin control, lo que supone que Marc Márquez tenga que ir al límite y arriesgar con todo lo que supone. Pese a que en Montmeló las RC213V estrenaron unos nuevos escapes para rebajar la gran entrega de potencia, la diferencia con las Yamaha es abismal.
Márquez volvió a retirarse y suma 69 puntos en siete carreras, la mitad de los que tiene Rossi. El piloto de Cervera fue uno de los que rodaron ayer en los test que se celebraron en Montmeló, en los que la lluvia se erigió protagonista. El equipo tenía ante sí la oportunidad de trabajar en su paquete electrónico antes del límite para hacer cambios en el software y además tenían pensado hacerlo en la moto actual y en la de 2014, la que hizo ganador por segunda vez consecutiva del Mundial a Márquez, pero no pudieron probarlo por las condiciones climatológicas.
"No hemos tenido mucha suerte con la lluvia. Nos ha interrumpido el trabajo, pero veremos si podemos seguir trabajando en esta dirección, porque cada vez me encuentro mejor encima de la moto", decía un optimista Márquez, resistido a entregarse.
La noticia positiva de este fin de semana para el equipo Repsol fue la tercera plaza de Dani Pedrosa, el primer podio en una temporada complicada, en la que ha tenido que pasar por el quirófano para solucionar los problemas en el brazo. Con el podio logrado, Pedrosa iguala a Mike Doohan con 95 subidas al cajón en la máxima categoría del motociclismo.
También dejaron buenas sensaciones en Montmeló las Suzuki, un proyecto que lidera Davide Brivio (ex Yamaha) y que tiene en Aleix Espargaró y Maverick Viñales a dos grandes pilotos dispuestos a evolucionarla. Con un nuevo motor y una gran aerodinámica, la Suzuki GSX-RR sorprendió en las calificaciones y copó la pole, por medio de Espargaró, y la segunda plaza que consiguió Maverick Viñales. En carrera fue otra cosa. A la moto le falta aceleración y antes de la primera curva ya habían perdido toda la ventaja acumulada en dos días de trabajo. Después Aleix Espargaró tuvo que ir al límite, tuvo problemas de desgaste de neumáticos y de dirección y se cayó. Mejor suerte corrió Viñales, que con un sexto puesto consiguió el mejor puesto desde que se estrenó en Moto GP.
En Moto 3, una de las noticias más felices del fin de semana en Montmeló fue el primer punto conquistado en el Mundial por María Herrera. La piloto toledana se convirtió en la quinta mujer en la historia en puntuar en una prueba del Mundial de motociclismo.
