Urgen igualar el criterio para elegir colegio en el medio rural

El Justicia de Aragón pide que no se permitan desigualdades por el lugar de residencia de las familias.

El lugar de residencia de los aragoneses sigue condicionando cómo acceden a servicios tan fundamentales como la educación o la sanidad. Así lo denuncia el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, después de haber seguido el caso de una niña de 3 años que vive en la comarca de La Ribagorza y acude a sus clases entre semana a un centro rural agrupado (CRA) que ha estado adscrito a su localidad durante 30 años. Estos niños tienen el transporte gratuito y también el comedor, por sus condicionantes, pero estos servicios no se les cubren si eligen otro centro no adscrito. En el caso de esta menor, sus padres la escolarizaron en el actual colegio cuando aún estaba adscrito a su pueblo –después se designaron otras dos opciones– y, además, su madre trabaja como maestra allí. Sin embargo, la Administración se niega a pagarle el comedor, aunque sí que le cubre el transporte porque, de todas formas, su actual CRA sigue en la zona de paso y se puede aprovechar la ruta. Su situación la sufre también otro compañero de clase, y existen otros casos en las comarcas.


El Justicia de Aragón insiste en que se debe actuar con "flexibilidad", sobre todo cuando se alegan "motivos razonables, como que se opte por el domicilio laboral de uno de los progenitores". De hecho, este punto es crucial, ya que en el entorno urbano de Aragón, un niño tiene idénticas posibilidades si sus padres optan por el domicilio familiar que por el profesional. Sin embargo, este punto se vuelve también discriminatorio en el medio rural.