“Familia cristiana, apóstoles en el mundo”, lema de Pentecostés

Mañana la Iglesia celebra la solemnidad de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo: el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. El lema para esta jornada es "Familia cristiana, apóstoles en el mundo". Se ha elegido este tema debido a la profunda reflexión eclesial sobre la familia que la Iglesia universal realiza ante el próximo sínodo para los obispos que tendrá lugar en Roma en octubre.

El arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, en la carta dominical publicada en ‘Iglesia en Zaragoza’, escribe que "la familia se enfrenta hoy a un gran cambio social que repercute profundamente sobre ella". Cita las palabras del papa Francisco en la exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’. "La familia atraviesa –dice– una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave, porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmite la fe a sus hijos".

Francisco desarrolla los problemas que afronta la familia. "El matrimonio tiende a ser visto como una forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno" (E.G, n.66).

Los obispos de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal, como es tradicional, han redactado un mensaje para este día en el que destacan otros problemas ante los que familias se encuentran: "Existen, además, los grandes problemas sociales que asuelan a tantas familias (paro, vivienda, seguridad, emigración, droga…)".

Los obispos recalcan la tarea fundamental de las familias: "Nacida del amor, la familia recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor". Y definen a la familia cristiana como: "iglesia doméstica".

El mensaje subraya la misión primordial de la familia: "Una tarea fundamental para la familia es la construcción responsable y generosa de la comunión de personas. Los cónyuges deben trabajar para construir esa comunión íntima que implica la donación personal y total, la unidad, la fidelidad y el valor de la indisolubilidad".

Las familias no pueden replegarse sobre sí mismas, sino que tienen que abrirse a la sociedad y compartir los valores intrínsecos del núcleo familiar. Por ello los obispos comentan que "la familia no debe vivir replegada egoístamente sobre sí misma, sino que ha de vivir encarnada en la sociedad y la ilumina y enriquece por los valores compartidos y experimentados en el seno familiar". De aquí se deriva el protagonismo de la familia en la misión de la Iglesia de transmitir y comunicar el amor en la construcción de la sociedad.

Respecto a esta tarea fundamental, los obispos señalan que "las familias deben estar siempre al servicio de todos sus miembros, especialmente de los niños, los enfermos y lo más ancianos, que son los más vulnerables". "Este servicio –añaden– crea una sensibilidad nueva, pues ayuda a valorar a todos, no por lo que tienen o por lo que aporta, sino por lo que son. Esta tarea implica el servicio a las otras familias y, sobre todo, a las familias más necesitadas".

En esta jornada de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, la Iglesia española quiere reconocer y agradecer a todas personas comprometidas en asociaciones y grupos eclesiales, presentes en los más diversos ambientes de la sociedad, que pretenden ser fermento de esperanza, vida y amor.