El primer adelanto del verano se abre paso con agobiantes noches tropicales

Las altas temperaturas que se alcanzaron ayer en algunas localidades aragonesas anuncian la llegada del período estival.

Después de un mes de mayo alocado en lo que al tiempo se refiere en Aragón, en el que los termómetros de varios municipios de la Comunidad –Huesca, Teruel, Calamocha y Daroca– batieron récords de máximos históricos para luego descender notablemente, la entrada de junio no se ha quedado atrás. Después de unos días con temperaturas agradables, algunas localidades superaron ayer los 30 grados: más de 33 se alcanzaron en Zaragoza, hasta 32 en Sariñena y 31,7 en Calatayud.


A diferencia de lo que ocurrió el mes pasado, cuando se esperaba que el pico de temperatura al que se llegó el día 13 iba a reducirse de forma considerable en poco tiempo, las previsiones para los próximos días dibujan unos registros más o menos estables por encima de los 30 grados. Este hecho demuestra que el verano ya está prácticamente aquí. "Aunque hasta el 21 de junio no empiece oficialmente, desde el día 1 ya podemos decir que estamos en el verano climatológico", señala Daniel Mora, miembro del Colegio de Geógrafos de Aragón.


Esta situación explica que las temperaturas mínimas que se esperan para esta semana en algunos puntos del territorio aragonés vayan a mantenerse altas. Hasta los 19 grados podrían llegar las mínimas en la provincia de Zaragoza, a 18 en la oscense y en torno a los 16 grados centígrados en Teruel. Debido a estas circunstancias, durante la semana podrían darse las famosas noches tropicales, o "noches de dormir mal, debido a las altas que temperaturas que pueden registrarse incluso de madrugada", apunta el meteorólogo Francho Beltrán. A este escenario se sumará el viento del sureste que estará presente en la Comunidad, más conocido como bochorno, que aumentará la sensación de agobio entre la población.


De todas formas, cada vez es más habitual que haga más calor en determinadas regiones. "Aunque la tendencia natural hace años era hacia el frío, las emisiones de gases de efecto invernadero han provocado que vivamos en un planeta que cada vez es más cálido", afirma Beltrán.