El hospital Ernest Lluch de Calatayud incorpora un reumatólogo a su plantilla

Desde el 2 de enero de 2013, dos reumatólogos de ese centro hospitalario de la capital aragonesa pasaban consulta dos días a la semana en Calatayud. De ese modo, esa especialidad estaba parcialmente cubierta, pero al no pertenecer al Ernest Lluch, estos especialistas no se hacían cargo de los ingresos o de interconsultas que pudieran hacer otros profesionales médicos. En este tiempo se ha comprobado la demanda existente en el sector y se han valorado las necesidades con las que se ha justificado la incorporación de esta especialidad a la cartera de su hospital de referencia. Y ha quedado constatado que con las dos consultas a la semana era insuficiente.

"Reumatología es una especialidad que desde hace muchos años se viene reivindicando por parte de los pacientes y de asociaciones como la de enfermos de Fibromialgia", explica Raúl Fernández Moros, el director del Ernest LLuch. Este asegura que el proceso para crear la plaza ha sido complejo y que ha habido que asumir costes muy importantes porque "los tratamientos que estaban dando los especialistas del Clínico a los enfermos de la población del sector de Calatayud son carísimos".

Estos gastos farmacéuticos suponen más de 300.000 euros al año. Dice Fernández Moros que este era uno de los "objetivos iniciales" que se marcó al asumir la dirección, y que con su consecución se evitarán los desplazamientos de los pacientes con la incomodidad que suponen. A este hospital también acuden pacientes de las comarcas de Comunidad de Calatayud, Campo de Daroca, Aranda y parte de Valdejalón.

De hecho, este asunto llegó a motivar varias iniciativas y preguntas en las Cortes de Aragón en 2012. Desde Chunta Aragonesista, su portavoz entonces, Nieves Ibeas, preguntó sobre la incorporación de este facultativo. Registró también una propuesta para que se incrementase la plantilla de reumatólogos en Aragón, de acuerdo con los parámetros de la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Española de Reumatología, según los cuales, debería de haber un mínimo de un especialista por cada 40.000 habitantes, unos diez más de los que entonces se contaban en el Servicio Aragonés de Salud.

"Se nos están alargando los tiempos de espera, y aunque no son exagerados comparativamente con otros hospitales, nos gustaría mejorarlos", comentó el director del Ernest LLuch. Hay que esperar unos dos meses de media para este tipo de prueba en Calatayud. Es algo menos para las ecografías de diagnóstico porque se priorizan frente a las de revisión. El director de este hospital confía, además, en completar próximamente la plantilla de radiólogos a través de un concurso oposición. El sector Calatayud cuenta con una población de algo más de 47.000 personas.