El sellado de las grietas que tiene el canal de aguas bravas costará casi 90.000 euros

Un informe cifraba hace menos de un año el coste del arreglo en 1,5 millones.
La factura la pagarán las empresas que lo construyeron.

Durante el verano de 2013 ya se vació la balsa para hacer reparaciones y limpiar el fondo.
Durante el verano de 2013 ya se vació la balsa para hacer reparaciones y limpiar el fondo.
aránzazu navarro

Las grietas del canal de aguas bravas se intentarán sellar con un arreglo valorado en menos de 90.000 euros, a pesar de que un informe elaborado hace menos de un año cifraba en casi 1,5 millones de euros el coste de los trabajos. El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado recientemente el plan que tienen las empresas responsables de este proyecto, que costó casi seis millones de euros y que apenas tiene siete años: la constructora Tragsa y la empresa Euroestudios, encargada de la redacción del proyecto y de la dirección de obra.


El Gobierno de Zaragoza los declaró responsables de los desperfectos que tiene el canal de aguas bravas, que sufre unas filtraciones en su balsa principal que hace que pierda importantes cantidades de agua. Desde 2008, y según los cálculos de los propios técnicos municipales, se filtran por las grietas 3,5 litros de agua por segundo. Según el Ayuntamiento, esta cantidad de líquido no se pierde, ya que va a parar al nivel freático del río, que es de donde se capta el agua para el propio canal. Sin embargo, sí tiene un coste energético, ya que el sistema de alimentación de la balsa tiene trabajo extra a la hora de remontar el agua.


Desde 2008, el Consistorio ha estado buscando una solución para este problema, sin conseguirlo hasta ahora. Ha requerido en varias ocasiones a las empresas que acometieran los trabajos de reparación, pero sin éxito. Finalmente, en diciembre del año pasado el Gobierno de Zaragoza las declaró oficialmente "responsables solidarios de las lesiones constructivas y desperfectos" y de la "ruina funcional" de las instalaciones, que son municipales y se pagaron con dinero público. Se les obligó a sellar las grietas con la amenaza de que, de no hacerlo, lo haría el Ayuntamiento de forma subsidiaria. Incluso se les amenazó con ir a los tribunales.


Sin embargo, finalmente ha sido posible llegar a un acuerdo amistoso con Tragsa y Euroestudios. Las obras se acometerán en agosto, concretamente a partir del día 17, con un plazo máximo de ejecución de seis semanas. La solución adoptada será la aplicación de unas inyecciones de alta presión de resina. Las empresas propusieron en primer lugar poner un recubrimiento geotextil y luego hormigonar, pero esta solución fue rechazada por el Consistorio.


El aún concejal de Cultura y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, apuntó ayer que el cálculo de 1,5 millones de euros se hizo "presupuestando lo que costaría rehacer toda la balsa", algo que se planteó en el marco de la negociación con las empresas. "Nos da igual lo que cueste porque no lo vamos a pagar nosotros, lo importante es que sea una solución eficaz y la pérdida de agua sea la mínima posible", apuntó Blasco, quien asumió que este tipo de reparaciones "nunca son fáciles".


Las obras en la balsa obligarán a parar al menos un mes la actividad y, probablemente, a indemnizar a la empresa, ya que se le priva de uno de los cuatro meses principales de actividad. Las obras afectarán al canal de aguas bravas, al cable-ski y a los hinchables instalados este año.