El D-Link Zaragoza finalizó el curso en la décima posición. El cuadro aragonés tuvo más problemas de los previstos, aunque no tantos como refleja el marcador, para derrotar ayer al Tenerife, equipo ya descendido de categoría y que siempre fue a remolque en el marcador. Sin embargo, pese al triunfo obtenido, los zaragozanos no pudieron auparse a la novena plaza porque el Burela se impuso al Montesinos Jumilla. Aun en el décimo puesto, los aragoneses han realizado una digna temporada. Fueron de menos a más hasta cerrar el curso con una gran racha de resultados y, sobre todo, con un juego muy atractivo para el espectador. Además de las renovaciones de Retamar y Nano Modrego, el aspecto más positivo del año fue el descubrimiento en la portería de Iván Bernad, uno de los valores más prometedores del fútbol sala español.

El D-Link Zaragoza no tuvo ayer un choque tan plácido como esperaba. Se medía con un rival inferior que, sin embargo, optó por finalizar la campaña de manera digna y decorosa. Y logró su propósito, porque jamás bajó los razos. Murió de pie, compitiendo, tratando de cuestionarle el triunfo al cuadro aragonés, aunque ya no había nada en juego. Una actitud ejemplar.

Y eso que el D-Link, muy superior en el inicio, allanó el camino del triunfo con el tempranero gol de Retamar, obtenido a los cinco minutos de juego. Apartir de ahí gobernó el choque a placer, lo que le permitió ampliar su ventaja con los dos goles de Nano Modrego (3-0). Con D-Link ya muy cómodo sobre la pista, Adrián aprovechó una pérdida local para plantarse en el área y anotar de tiro cruzado, reduciendo distancia. El cuadro aragonés reacionó, aunque no supo materializar sus oportunidades, mientras que los visitantes sí acertaron en una de sus escasas llegadas. De esta forma, establecieron el 3-2 en el marcador, por mediación de Aythami, pero ya sin tiempo para volver a sorprender a los locales. Al final, el equipo aragonés se adjudicó su décima victoria del curso sin demasiados problemas, aunque sí con algunos más de los previstos.