Candanchú acuerda abrir negociaciones para una posible venta de la estación

Los accionistas estudian la oferta y aparcan una ampliación de capital por si se llega a un acuerdo

La junta general de accionistas de Candanchú dio ayer su visto bueno a la apertura de las negociaciones para la posible venta de la estación al grupo empresarial aragonés liderado por las familias Yarza, Alierta y Forcén. En la reunión quedó constancia de que la mayoría del capital social de Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa) apoyaría la entrada de nuevos accionistas, aunque incidieron en la necesidad de garantizar el futuro del complejo invernal.

A la reunión acudieron los representantes del 66% del capital social, que respaldaron los contactos para la eventual entrada del grupo empresarial aragonés. Su oferta, comunicada a los socios, condiciona su entrada a la adquisición, como mínimo, del 55% de las acciones y valora la sociedad en 2,25 millones de euros.

Fuentes oficiales del consejo de administración explicaron anoche que, "de forma no vinculante", se había hecho un sondeo a los socios respecto a la posibilidad de estudiar "de forma favorable la oferta realizada". Y añadieron: "Más del 90% se han manifestado a favor del estudio, porque esa oferta debe ser matizada en cuanto a los compromisos que adquieran los compradores, entre otras cosas, sobre la continuidad de la estación".


La junta de accionistas también aprobó una ampliación de capital para garantizar la viabilidad de Etuksa, cuya ejecución queda condicionada al posible acuerdo de venta de la sociedad. De hecho, el propio informe de gestión del ejercicio 2013/2014, cerrado a 30 de mayo, señala que el fondo de maniobra negativo de más de 2 millones, las deudas a largo plazo de carácter concursal y las pérdidas de explotación de 458.900 euros "constituyen los principales factores causantes de duda sobre la continuidad de las operaciones de la sociedad".


A renglón seguido detalla una batería de medidas para garantizar la viabilidad y que, a juicio de la sociedad, "mitiga la mencionada duda". Entre ellas, la puesta en marcha de acciones comerciales para incrementar la cifra de negocio, la búsqueda de ingresos complementarios al esquí y la elaboración de un plan de pagos a veinte años que permita atender los compromisos derivados del concurso de acreedores.


Los socios de Etuksa aprobaron igualmente la cuenta de resultados del último ejercicio, que se cerró con unos beneficios de 680.872 euros. Esto supone un cambio de tendencia para la sociedad tras sucesivos ejercicios en números rojos, como el de 2012/2013, que ascendieron a 1,4 millones. No obstante, los resultados de explotación siguen siendo negativos por el lastre de las amortizaciones, ya que la cifra de negocio (más de cuatro millones) solo permitió cubrir los gastos de personal y los incluidos en el capítulo de "otros gastos", además de los aprovisionamientos. Es decir, la actividad de la estación arroja todavía unas pérdidas de 458.900 euros, aunque ya representan poco más de un tercio de las acumuladas un año antes.


La deuda también se ha logrado reducir hasta los 5,1 millones, un millón y medio menos de los que había cuando se cerró el acuerdo con los acreedores para salvar la quiebra de la sociedad hace ahora dos años. Los mayores acreedores son las administraciones públicas, a las que se debe 2,3 millones, seguidas por las entidades financieras, con otros 1,6.