Ante problemas en aeropuertos, retrasos en trenes o bloqueos en la compra de entradas de conciertos a través de internet, lo más frecuente es atribuirlos a "un problema informático". "En sectores, como la automoción, la aeronáutica o la medicina, existe una fuerte normativa que obliga a garantizar la calidad de los productos, aunque, en ocasiones, el software embebido en sus sistemas queda fuera de dichas normas", indica Laura García Borgoñón, responsable del programa Testea en el Instituto Tecnológico de Aragón (Itainnova). Y destaca que, "cada día más, estas organizaciones se esfuerzan por evitar problemas informáticos en sus productos, debido a los costes ocasionados y a la pérdida de credibilidad de su marca ante la opinión pública si tienen que llamar a revisión a todos sus clientes, como pasó recientemente en una conocida marca de coches de alta gama por un problema con el airbag debido a un fallo en el software".

Para evitar que esto ocurra, ningún producto debería salir al mercado sin pasar antes por una fase de pruebas. Las últimas técnicas dell denominado ‘testing’ persiguen encontrar el mayor número de errores en el menor tiempo y con el menor esfuerzo posible, con el fin de garantizar la calidad del producto.

Mañana miércoles, a las 16.30, en el edificio Pignatelli, se presenta el programa Testea, cuyo objetivo es difundir, formar y transferir las nuevas técnicas de ‘testing’ a las pymes aragonesas, de modo que puedan ser competitivas en un mercado internacional en el que cada día se admiten menos fallos.

El programa

Testea es un programa que comprende un conjunto de actuaciones de difusión, formación y transferencia a las pymes. Está promovido por el Gobierno de Aragón y será ejecutado por Itainnova hasta noviembre de este año. Se plantea, explica García Borgoñón, "la creación de un marco de trabajo que permita a las empresas aragonesas conocer las técnicas y herramientas de ‘testing’ más novedosas, como un paso más para mejorar su competitividad en un mundo globalizado".

No solo para empresas TIC

Según el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información, en Aragón hay unas 1.700 empresas TIC, de las que más de 600 desarrollan software. Pero el programa Testea pretende llegar a todo el tejido industrial, ya que, actualmente, el software está presente en muchos productos.

Las acciones de difusión de Testea, cuyo objetivo es "concienciar a la dirección de las organizaciones de la importancia del ‘testing’ para garantizar su competitividad", pretenden llegar "al mayor número de pymes aragonesas; no solo en el sector TIC, sino a todas aquellas cuyos productos incorporan software de alguna forma", indica Laura García Borgoñón. "Ser conocedores de las técnicas existentes, así como de las últimas normativas de posible aplicación a sus productos, como la reciente ISO 29119 –el nuevo estándar internacional para pruebas de software–, es algo muy relevante para todas ellas", añade.

Por otro lado, las actuaciones de formación y transferencia, a un nivel más operativo, "están orientadas al personal técnico de las organizaciones", señala.

En el marco del programa Testea, está prevista la celebración de jornadas formativas, sesiones demostrativas, ‘hack-labs’ tecnológicos, así como la difusión del estado del arte y unas guías de buenas prácticas de utilidad para las organizaciones. Las fechas concretas de estas actuaciones se publicarán en la página web del programa: www.aragon.es/testea, desde donde los interesados podrán suscribirse para recibir información sobre las actividades a medida que se fijen las fechas.

De esta forma, se pretende ayudar a promover en Aragón una cultura para utilizar las últimas tendencias en el testeo de software, aglutinando a empresas TIC desarrolladoras, departamentos de sistemas, universidades, centros de innovación y de formación, así como asociaciones y clústeres empresariales como Tecnara e Idia.

Las últimas técnicas de ‘testing’

Tradicionalmente, el ‘testing’ de software se ha llevado a cabo de forma manual: un desarrollador o un equipo de calidad ejecuta una batería de pruebas. "Con la complejidad creciente del software, este tipo de pruebas no puede garantizar la cobertura de las posibles ejecuciones del sistema, por lo que, en los últimos años, han surgido diferentes propuestas enfocadas a mejorar el testeo a nivel funcional, de seguridad, de interacción, de integración, de usabilidad, etc., así como su planificación y automatización", explica Laura García Borgoñón, responsable del programa Testea en Itainnova. Por ejemplo, el último proyecto europeo relacionado con este ámbito, MIDAS, (Model and Inference Driven–Automated testing of Services architectures) "ha construido una infraestructura para automatizar el testeo de arquitecturas de sistemas, dando soporte a todas las actividades de ‘testing’: la generación de pruebas, su ejecución, evaluación y planificación, a nivel funcional, de interacción, robustez ante fallos, seguridad y basadas en el uso".

En un ciclo de vida del desarrollo de software tradicional, la fase de pruebas se lleva a cabo al final del proceso, por lo que "es frecuente que cualquier retraso acumulado en fases anteriores le reste tiempo y cualquier necesidad mal entendida pueda ser descubierta en un momento tardío, cuando el coste de la solución es elevado", señala García Borgoñón. El ‘testing’ temprano es una técnica "en la que se trabaja el testeo en paralelo a la captura de requisitos con el cliente, diferenciando equipos de desarrollo y equipos de prueba para, desde un inicio, tener establecida la forma en la que el cliente validará el resultado". Una de las ponencias de la jornada de presentación de Testea se dedica al ‘early testing’.