​Verdades en la industria alimentaria

Profesionales del sector y de fuera de él aportan interesantes puntos de vista en un simposium en Zaragoza.

Juan Manuel Cendoya. El director general de Comunicación, Marketing Corporativo y Estudios del Banco Santander, de pie, fue uno de los ponentes destacados del simposium que se celebró el pasado martes en el Palacio de Congresos Expo de Zaragoza.
?Verdades en la industria alimentaria
Asier Alcorta

Aguantaron la crisis económica mejor que otros y ahora están en disposición de crecer más. El sector agroalimentario va bien, aunque esté muy atomizado –en Aragón de modo llamativo– y sus empresas se han convertido de alguna manera en el objetivo de las entidades financieras, ahora que proclaman con más insistencia que están en disposición de ofrecer crédito. Sobre su realidad actual, sus planes y sus retos se habló el pasado martes en Zaragoza en un simposium organizado por la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA) que contó con ponentes de primera fila. "La crisis ha asolado Europa, ha sido más dura que la Gran Depresión del 29 y costará mucho la recuperación", declaró, por ejemplo, el zaragozano Juan Manuel Cendoya, director general de Comunicación, Marketing Corporativo y Estudios del Banco Santander. Él mismo, en cambio, reconoció que las empresas del ámbito agroalimentario han vivido esta etapa con menos dramatismo, recordando que "crearon empleo antes y a una tasa superior que otros sectores industriales, y eso que tuvieron dificultades adicionales, como el embargo de Rusia". Asimismo, expresó su confianza en el futuro porque en España "somos competitivos en mano de obra y con personal especializado", y señaló también que el tamaño importa y mucho: la internacionalización, precisó a modo de ejemplo, "es dura, pero si eres pequeño, más". Sobre esto útlimo habló también José Luis Bonet, presidente de Freixenet, que reconoció las dificultades que tienen las pymes para salir al exterior, momento en el que aprovechó para ‘hablar de su (nuevo) libro’ y destacar el papel de las Cámaras de Comercio de España, de las que es hoy el presidente. Las Cámaras, recordó, pueden ser determinantes en el impulso de los pequeños para intentar conquistar mercados internacionales. A Bonet, por cierto, le esperaba después de su intervención su predecesor como presidente de la institución cameral nacional, el hoy aún presidente de la Cámara de Zaragoza, Manuel Teruel. Juntos abandonaron el Palacio de Congresos antes de la comida.


Cerveza, embutidos y chocolates.


Intervinieron en un orden lógico, a modo de aperitivo, plato fuerte y postre, aunque en el último no todo fuese precisamente dulce. Responsables de tres empresas aragonesas tan distintas como La Zaragozana, Embutidos Melsa y Chocolates Brescó hablaron de sus respectivos posicionamientos en sus mercados con proyectos, planes y visiones que no fueron políticamente correctos en todo momento. Lluís Morera, presentado como asesor de la firma Brescó (de Benabarre), aunque sus vínculos van más allá, fue el último en intervenir y lo hizo con rotundidad. Aunque apuntó que la compañía ofrece 352 productos de chocolate diferentes, precisó que su cliente objetivo no es tan amplio, se limita al de elevado poder adquisitivo. "Voy a los ricos, los pobres no me interesan", dijo. "Yo con cuatro quiero ganar dinero", añadió, antes de asegurar que no hay que hacer lo que quiere el público, sino conseguir que "el público haga lo que yo quiera". Experimentado chocolatero que ha vivido en varios países del mundo y tiene en su haber un récord Guiness (con el corazón elaborado de chocolate más grande del mundo, de 7.000 kilogramos y que llenó la plaza Colón de Madrid un día de 2004), Morera no se cortó lo más mínimo. Gustó mucho, eso sí, cuando afirmó que "lo que falta en este país son empresarios con ganas de trabajar, sobran abogados y faltan oficios" o cuando declaró que "los políticos son empleados nuestros, no al revés". Así concluyó una mesa redonda en la que Enrique Torguet habló de la experiencia en neuromárquetin de La Zaragozana y Alejandro Romero contó con orgullo la historia de la empresa de su familia, Melsa, como miembro de la sexta generación que es. A ellos precedieron con tino el profesor de Esade Gerard Costa y la consultora de empresas Ana Hernández, conocida en algunos ámbitos como ‘la-que-dijo-no’.


Teltronic.


Nueva etapa en la empresa aragonesa especializada en comunicaciones móviles. Tras pertener al capital riesgo (Tryo, de N+1) ahora pasará a tener propietario industrial, el grupo británico Sepura. Una firma de Cambridge que cotiza en la Bolsa de Londres y que pagará 127,5 millones de euros por la compañía que dirige Juan Ferro.