"He disfrutado viendo tanta creatividad, imaginación, pasión y todo este grupo familiar empujando en el trayecto del cine aragonés". Así resumió el compositor turolense Antón García Abril la cuarta edición de los Premios Simón del cine aragonés tras recibir su estatuilla de honor en un Teatro Principal de Zaragoza prácticamente lleno. Las suyas fueron las últimas palabras de una velada musical, acorde con este reconocimiento al autor de tantas bandas sonoras para la gran pantalla y la televisión, en la que hubo momentos para todo.

El fenómeno de ‘Justi & Cia’ hizo buenas las quinielas y la ópera prima de Ignacio Estaregui se llevó tres de los seis galardones a los que era candidata: largometraje, a la producción en la categoría especial (Gloria Sendino y Jaime García Machín) y efectos especiales (Iván Olmos). Un emocionado Estaregui y su mujer, Gloria Sendino, se convirtieron en la pareja de la noche, con permiso de los presentadores, los actores Carmen Barrantes y Jorge Usón, que brillaron interpretando, cantando y bailando cinco números.

Reivindicaciones a escena

Desde el principio, el propio hilo conductor de la fiesta sobre el escenario fue reivindicativo: Barrantes y Usón, como dos realizadores que cuentan con humor sus sinsabores (‘crowdfunding’, de por medio). Más duras fueron las intervenciones. Un emocionado Ignacio Estaregui reclamó un mayor compromiso de las instituciones con el sector audiovisual. " Y no pido ni critico ni mendigo, sino que solicito más respaldo para otra industria que da de comer", dijo. El productor y actor Jaime García Machín fue uno de los más críticos y aplaudidos por ello. Defendió que el séptimo arte debe ser "un notario de la actualidad" y ‘Justi & Cia’ ha aportado su granito de arena contra la corrupción "que es la culpable de que la clase obrera no tenga obras, la clase media no tenga clase y la clase alta no tenga clase".

También lanzó dardos en el discurso oficial Ana Esteban, organizadora de actividades de la Academia de Cineastas Aragoneses, (precursora de los premios): apoyo institucional y de la televisión autonómica, "no sirve la excusa de la crisis", y la puesta en marcha de la soñada Film Commision.

El multilaureado corto de Javier Macipe ‘Os meninos do rio’ sumó ayer uno más a su ya larga veintena de premios. Macipe se lo dedicó a su "amigo del alma" Jorge Usón quien, recordó, interpretó su primer corto y le presentó a intérpretes a los que ha dirigido. Y a Macipe le devolvió los agradecimientos Alfonso Pablo, que se convirtió en el mejor actor, por darle un "caramelo" de papel en su primer largometraje ‘Los inconvenientes de no ser Dios’. Otros reconocimientos recayeron en Jacobo Atienza, como mejor guión por el corto ‘Mientras somos’, e Ignacio Bernal, por el videoclip de El Brindador ‘Broken Windows’.

En el recuerdo de todos

La noche también tuvo momentos para el recuerdo. El ganador del Goya al mejor actor por ‘La isla mínima’, Javier Gutiérrez, entregó el Simón a la interpretación orgulloso de estar "en una tierra de grandes como Saura y Buñuel", y rindió su personal homenaje al desaparecido Álex Angulo que "ha dejado un hueco difícil de llenar". Fue solo uno de los que se escucharon a lo largo de las dos horas de gala. Otro de los momentos emotivos se vivió con la mención a la actriz Pilar Molinero, que estaba nominada a mejor interpretación por ‘Felicidad’, que rodó ya enferma.

El séptimo arte aragonés volvió a hacer ayer una demostración de fuerza con la confianza de que el público coree de verdad ese "Me gusta el cine" con el que se despidió hasta el año que viene.