Una singular talla románica ve la luz durante una hora

La pequeña figura de la Virgen del Prado, que data del siglo XIII, se custodia en la iglesia de Viver de la Sierra y solo sale en contadas ocasiones.

En Viver de la Sierra, en Sestrica (Zaragoza), muchos vecinos guardan en casa una copia de la talla de la Virgen del Prado, una pequeña figura en madera policromada, que data del siglo XIII, y que se custodia, con estrictas medidas de seguridad, en la iglesia de la localidad. La imagen románica original, de 27 centímetros, solo ve la luz en contadas ocasiones, y ayer fue uno de esos momentos.


La imagen presidió por la mañana la misa que se realizó en la ermita-santuario de la Virgen del Prado, a menos de un kilómetro del pueblo. El sacerdote Pablo Rubio se encargó de trasladar la figura hasta allí y, después, al finalizar la eucaristía, regresó de nuevo al templo. Protegida por una urna de cristal, para que no sufriera daños, y con el objetivo de mantener su policromía intacta, acaparó el protagonismo de la jornada festiva, en la que participó un gran número de personas vinculadas con la localidad. El párroco, Florentino Nonay, explicó que "solo se exhibió para el culto", durante una hora, porque, el resto del tiempo, se guarda oculta para garantizar su conservación.


El grado de protección es tal que, de hecho, la talla que se llevó en romería hasta la ermita era una de las dos reproducciones en madera que se hicieron hace unos años. Los asistentes recorrieron caminando la distancia que separa ambos templos acompañando a la imagen. "Una copia está fija en el santuario, y la otra en la iglesia". Además, y dada la veneración que existe entre los feligreses, el párroco decidió encargar otras pequeñas esculturas en marmolina "para que quien tuviera interés pudiera comprarla".


Esta imagen, en posición sedente y de tradición bizantina, se realizó en el siglo XIII con madera de roble. Tal y como se recoge en una publicación, se emplearon para su elaboración dos bloques diferentes: uno para el Niño y otro para la Virgen. Es un ejemplo artístico "perfecto" de la época del románico, aunque lleva una corona metálica que, sin embargo, podría corresponder al siglo XIX. La ermita dedicada a la Virgen del Prado, en el municipio de la comarca del Aranda, es un edificio barroco construido entre 1720 y 1783 que tiene su origen en un templo anterior románico.


De la historia de la talla –patrona de este pequeño pueblo zaragozano– poco más se conoce, porque los archivos de la Virgen del Prado desaparecieron en el siglo XIV, durante la guerra de los Dos Pedros. En algún momento, hace ya unos años, la imagen abandonó la ermita y, durante un tiempo, se guardó en un domicilio particular del pueblo.


Una mayor concienciación hacia el patrimonio cultural y artístico y la necesidad de garantizar la protección adecuada de este bien hicieron que, hace más de una década, la parroquia acordara habilitar un espacio que reuniese todas las medidas de seguridad idóneas. Una decisión que han ido adoptando otras poblaciones aragonesas, que disponden de cajas fuertes conectadas con dobles sistemas de alarmas.