Desde un osito de peluche a una televisión, un teléfono, una lavadora, una fresadora... Para ser comercializados en la Unión Europea, todos estos productos, que están cubiertos por alguna de las directivas de seguridad, deben llevar el Marcado CE.

Para llevar a cabo todo el proceso de Marcado CE, en la mayoría de los productos se aplica el procedimiento de autocertificación. La propia empresa puede realizarlo todo sin intervención de ningún otro organismo, pero cuando la realización de los ensayos es complicada, se subcontratan.

Desde el Instituto Tecnológico de Aragón (Itainnova), se ofrece asesoría en el Marcado CE, principalmente en su aplicación en máquinas y equipos eléctricos y electrónicos. Y se realizan ensayos mecánicos, climáticos, de vibraciones, de seguridad eléctrica y de compatibilidad electromagnética.

Los laboratorios eléctricos de Itainnova están acreditados por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación). Esta acreditación es fundamental, pues "los clientes de un laboratorio acreditado pueden confiar plenamente en su competencia técnica, ya que pone a su disposición un equipo humano cualificado, cuenta con el equipamiento adecuado y desarrolla su labor aplicando métodos de trabajo apropiados, gestionando su actividad con criterios de calidad", indica Susana Franco, responsable del Laboratorio de Compatibilidad Electromagnética en la División de Sistemas Industriales de Itainnova. Todo ello sujeto, por supuesto, a las normas internacionales.

La acreditación de un laboratorio inspira a las empresas que acuden a él como clientes "confianza, al garantizar que los productos han sido evaluados por un organismo independiente y competente", afirma Franco, y que cumplen con los requisitos de calidad y seguridad exigidos.

El proceso de Marcado CE comienza analizando qué directivas se aplican al producto que se desea comercializar. A una máquina como, por ejemplo, un torno, se le aplican varias: primero, la Directiva de Máquinas; por ir conectado a la red eléctrica, la Directiva de Baja Tensión; y, por ser un producto eléctrico, la Directiva de Compatibilidad Electromagnética. Aparte de las directivas vinculadas al Marcado CE, deberá cumplir la Directiva sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (visible en el símbolo de un cubo de basura tachado).

En las normas se indican los requisitos que ha de cumplir un producto y los ensayos que se deben realizar para verificarlo.

El Marcado CE es una obligación legal del fabricante. ¿Están concienciados los fabricantes aragoneses de su responsabilidad? Miguel Trallero, consultor de Innovación Tecnológica de Itainnova, declara que "la mayoría de los fabricantes sí que están concienciados y se preocupan de que sus productos lleven el Marcado CE, cumplan con las directivas y sean seguros. Aunque es obligatorio desde mediados de los noventa, "se ha ido introduciendo y cumpliendo poco a poco, y sigue habiendo preguntas de algunos clientes sobre qué tienen que hacer, que directivas cumplir, etc.".

En el sector eléctrico y electrónico "se tiene más sensibilidad respecto a estos ensayos que en otros sectores como puede ser el de máquinas, porque puede haber más problemas de funcionamiento", indica. Asimismo, hay sectores en los que se exige mucho en todas las verificaciones, "como por ejemplo los equipos electromédicos: no puede ser que cuando nos realicen un electrocardiograma nos dé una descarga eléctrica".