"Es el triunfo del trabajo"

Manolo Villanova y Andoni Cedrún, exporteros zaragocistas, analizan a Pablo Alcolea, que ha jugado como titular las tres últimas jornadas.

Los reflejos felinos de Pablo Alcolea evitaron el pasado sábado que el Real Zaragoza se fuera con las manos vacías del relevante partido contra el Lugo. Esa estirada ante el remate a bocajarro de Caballero bien significó un valioso punto que, tras el domingo, elevaría al conjunto aragonés de nuevo a los puestos de ‘play off’. Manolo Villanova y Andoni Cedrún, antaño inquilinos de la portería zaragocista, no son indiferentes a esas dos intervenciones –contando la del rechace– que quién sabe si serán más agradecidas aún al término de la jornada 42. "Son paradas que se realizan más por intuición que por otra cosa. Pablo se lanza a su costado y lo hace sensacional, fue un alarde de reflejos tremendo. Si no se intuye es imposible pararlo", comenta Manolo Villanova, portero blanquillo entre 1972 y 1974 y entrenador en varias etapas. Conoce a Alcolea de haber coincidido durante años en la Ciudad Deportiva. "Fue una parada de potencia. Venía la pelota del otro lado, tuvo un movimiento de piernas muy rápido y se lanzó a cubrir en el momento justo", completa Andoni Cedrún, guardián de la meta durante doce años.


La descomunal parada del minuto 51 fue el momento álgido de la función vespertina de Alcolea, muy seguro por tierra y aire durante el encuentro ante los gallegos. Su actuación alimenta ahora la competencia de la portería con Bono, ya en la recta final de su recuperación. El portero marroquí sufrió una rotura de fibras en el cuádriceps izquierdo ante el Alavés el pasado 22 de febrero y ya se han cumplido las tres semanas de inactividad que se le prescribieron tras las pertinentes pruebas médicas. Sea cual sea la determinación que tome Popovic acerca de su guardameta, Alcolea ha presentado su candidatura a enfundarse los guantes como titular.


"Tanto Pablo como Bono y Whalley tienen una proyección fenomenal. Pablo es un chico que no ha tenido la oportunidad de jugar mucho, pero transmite tranquilidad, bloca muy bien la pelota y tiene buenos reflejos", describe Villanova, sobrio y práctico durante su época en activo. "Es un portero que maneja bien las piernas, potente en el impulso, con tiene unas cualidades tremendas. Tiene el cuerpo más formado y es más potente que Whalley y Bono, que son más jóvenes aunque también tienen sus propias cualidades. A Pablo solo le hacía falta un partido como el de Lugo y afianzarse", añade Cedrún.


En Mendizorroza, Alcolea pisó por primera vez la portería en esta temporada liguera. En la pasada campaña, el guardameta no llegó a debutar en la Segunda División y sí que lo hizo hace dos años en Primera. Se estrenó ante el Valencia en Mestalla y la semana siguiente fue titular ante el Getafe. Ahí acabó su participación en la liga hasta el pasado día 22. Contra el Llagostera formó en La Romareda, paró un penalti, y ha encadenado tres partidos consecutivos de inicio. De teórico tercer portero ha pasado a discutir la titularidad que parecía reservada a Whalley primero y a Bono después. "Es el triunfo del trabajo en los entrenamientos. Pablo ha seguido igual siempre. Ha probado la miseria, era el tercer portero en discordia y por eso ahora mismo no se va a creer más que nadie", comenta Cedrún. Los dos exporteros zaragocistas conocen la sensación de saberse importante tras un largo periodo de espera. "Si no eres fuerte cuando no juegas, te cuesta más sacrificarte en los entrenamientos, y este no es el caso de Alcolea. Él ha optado por no abandonarse", apunta Villanova.