Así lo aseguró ayer el delegado de Aragón Exterior en Dubái, José Diego Manzanera, responsable de guiar las más de cien visitas y reuniones concertadas. "No hay ninguna duda sobre el éxito de la acción comercial, que abrirá la puerta hacia un potente mercado y además, lo hará de forma inmediata", aseveró Manzanera.

Las nuevas relaciones comerciales resultan vitales para el futuro del Bajo Cinca. De hecho, la misión inversa, impulsada por Aragón Exterior, el Ayuntamiento de Fraga y la Cámara de Comercio de Huesca, tenía un claro objetivo: encontrar nuevos destinos con el fin de paliar el veto ruso y la saturación de los mercados tradicionales.

Tras los contactos establecidos, las empresas frutícolas de Fraga muestran un alto grado de satisfacción. Así, entre otros, Albert Major (de la empresa Fresh Major), subrayó ayer la importancia de esta actividad, que "podría evitar las dificultades de la campaña anterior y ofrecernos grandes oportunidades de negocio".

Para Manzanera, el éxito de la acción comercial ha estado en la posibilidad de tratar de forma directa con los productores así como en la calidad del producto ofrecido. A ello se suma la gran capacidad productora de la comarca del Bajo Cinca, que puede llegar a los 280 millones de kilos anuales y que resulta clave para abastecer las grandes necesidades de Emiratos Árabes.

Asimismo, como muestra del interés mostrado y de la demanda existente, el delegado de Aragón Exterior aseguró que "algunos de los importadores han llegado a preguntar a los empresarios por la posibilidad de adquirir toda su producción". "Aunque aquí pueda sorprender, es algo normal atendiendo a sus necesidades importadoras", insistió.

Entre los importadores que estos días ha visitado las fincas y las empresas frutícolas de Fraga se encontraba Nassar Al Refaee, que representa a una firma con 35 años de experiencia y una capacidad importadora de 400 toneladas diarias de frutas y vegetales de todo el mundo. En su caso, el empresario detalló que necesita ampliar su nómina de proveedores así como el volumen de las importaciones.

Para cerrar acuerdos, los productores aragoneses cuentan además con otra gran baza, ya que existe una línea aérea de mercancías entre Zaragoza y Dubái, ideal para el transporte de las frutas más efímeras. El resto podrían llegar a través de los puertos marítimos. A ello cabe sumar la garantía de tratar con empresarios solventes. Ahora bien, el precio deberá ser competitivo, ya que se trata de un mercado apetecible al que llegan productos de todo el mundo.