A Magdalena Lasala (Zaragoza, 1958), la noticia de que ha obtenido el Premio de las Letras Aragonesas la sorprendió ayer trabajando. Responsable del Programa de Educación y Cultura de Ibercaja, anda enfrascada desde hace días en los preparativos de la exposición que se le va a dedicar a sor Isabel Guerra. La muestra, que se inaugura el día 26, reúne 117 pinturas, dibujos, fotografías texturizadas e infografías. Será un éxito de público.

Pero el caso es que ayer recibió la llamada anunciándole el fallo del jurado y no salía de su asombro. "La verdad es que no me lo esperaba en absoluto y, como es lógico, hace mucha ilusión recibir un premio de esta categoría. Adoro escribir, amo escribir, mi vida entera se expresa a través de la escritura y la palabra, y el premio es todo un acicate".

A los 8 años ya tenía claro que iba a ser escritora, y ha acabado desarrollando una intensa carrera como poeta, narradora, autora teatral y articulista (publica un artículo semanal en HERALDO). 2015 será seguramente su año. Además del premio –que tiene que pasar aún el trámite de su aprobación en consejo de gobierno–, añadirá en las próximas semanas la publicación de un libro de poemas (‘Cartas en un semáforo rojo’, Huerga y Fierro) y el 15 de octubre llegará a las librerías la que probablemente sea su novela más amiciosa, ‘La última heredera’ (Roca Editorial).Los géneros y su arquitectura

"Yo soy yo a través de lo que escribo –señala–. Cada género tiene su arquitectura, su expresión. La poesía es imparable, se manifiesta a su ritmo; la novela requiere más pausa, preparación y método. El libro que voy a publicar ahora es de poemas prosados, en los que quiero expresar qué puede ocurrir, o qué es lo que se puede sentir, en el espacio de tiempo que dura un semáforo en rojo. La poesía es el espejo que siempre te dice la verdad y que te ayuda a crecer. Cuando escribes versos hay que evitar dejarse emborrachar por las palabras e ir a la esencia".

Lasala ha sido propuesta como Premio de las Letras Aragonesas 2014 por unanimidad. El jurado –Humberto Vadillo, Gabriel Sopeña, Julio Cristellys, Víctor Castellón, Marian Rebolledo, José Luis Melero y Palmira Vicente–destaca en su fallo que "en toda su obra, la condición humana resulta exaltada en su dignidad plena y universal, proponiendo a la literatura como ejercicio de humanidad, a la par que de entretenimiento y formación". "Su actitud de permanente y efectiva presencia en la vida cultural aragonesa, desde los más diversos ámbitos de la creación –añade el fallo–, certifican su inquebrantable compromiso con la literatura y la sociedad de nuestra Comunidad".

Autora de 12 novelas, 11 libros de relatos y otros 11 poemarios, cree que la clave de una buena novela es "dotar de personalidad a los personajes, que sean inmortales a los ojos del lector". El 15 de octubre llegará a las librerías su novela más ambiciosa, ‘La última heredera’. "En ella recupero la figura de Alejandro Magno como el gran hacedor de la cultura mediterránea. Me recreo en su faceta de sacerdote e iniciado en los misterios de Orfeo", apunta.