Una estufa eléctrica en el cuarto de los menores pudo ser la causa del fuego

La Guardia Civil espera que hoy lleguen los especialistas en investigación de incendios de Barcelona para continuar las pesquisas.

La casa seguía ayer precintada a la espera de que hoy la inspeccionen los investigadores.
La casa seguía ayer precintada a la espera de que hoy la inspeccionen los investigadores.
francisco jiménez

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ejea de los Caballero ha declarado secretas las pesquisas del incendio que el pasado sábado costó la vida a dos hermanos de 2 y 5 años, por lo que nada ha trascendido oficialmente sobre las causas del fuego. Sin embargo, según ha podido saber este periódico, el origen del mismo pudo estar en una estufa eléctrica de tubos incandescentes que había en la habitación de los niños.


La Policía Judicial de la Guardia Civil hizo una primera inspección del inmueble tras el suceso, pero dada la entidad del mismo ha preferido solicitar la colaboración del Grupo de Investigación de Incendios de Barcelona. La Comandancia de Zaragoza cuenta con especialistas en el estudio de fuegos forestales, pero carece de técnicos en este otro tipo de siniestros. Aunque en principio se esperaba la llegada de los expertos este fin de semana, parece que, finalmente, será hoy cuando se desplacen a la capital de las Cinco Villas para inspeccionar la casa y tratar de averiguar a qué se debieron las llamas. Porque aunque se habla de la estufa eléctrica como posible foco, se desconoce si esta estaba estropeada o algo entró en contacto con los tubos incandescentes.


El incendio se declaró en torno a las 11.00 en el número 8 de la calle del Horno Grande, en el Casco Histórico de Ejea. En esta vivienda unifamiliar vivían los niños con sus abuelos paternos, pero, en el momento en que se inició el fuego la abuela había salido. Los primeros en responder a la llamada de auxilio fueron dos agentes de la Policía Local de Ejea que llegaron a entrar en el edificio con intención de socorrer a la familia. Sin embargo, el denso humo era irrespirable y les impidió pasar del primer piso. De hecho, hubo que esperar a que llegaran los Bomberos de la DPZ –que cuentan con equipos de respiración– para poder auxiliar a las víctimas.


Al primero que encontraron fue al abuelo, José Jiménez Jiménez, de 61 años, quien se encontraba tendido en el suelo de la primera planta, a unos seis metros de la puerta de salida. Junto a él se hallaba el menor de los hermanos, Emilio, y un poco más alejado, el mayor, JuanJosé. Los tres se encontraban en parada cardiorrespiratoria, por lo que inmediatamente los sanitarios del 061 comenzaron a practicarles maniobras de reanimación. Sin embargo, el único que logró sobrevivir fue el adulto.


Los niños fallecieron por intoxicación, ya que respiraron una gran cantidad de humo. Sin embargo, en la fachada principal de la vivienda apenas se aprecian las huellas del incendio. Al parecer, ello se debe a que la gran humareda salió por las ventanas de la parte trasera, que da una patio interior y no a la calle.