Una canasta a 17 segundos condena al Peñas

Álvaro Muñoz anotó a 17 segundos el 79-78 final que el Oviedo defendió con uñas y dientes.

Pumarín se le atragantó en la recta final al Peñas Huesca. Los de Quim Costa fueron por delante en gran parte del encuentro y tuvieron opciones hasta el último segundo, pero el Oviedo recuperó las viejas sensaciones de su fortín y logró una victoria por 79-78 que le permite certificar la permanencia. Esta vez no ocurrió como en la primera vuelta y la última posesión no dio el triunfo.


Quim Costa ya había advertido del peligroso juego exterior de los asturianos y el partido lo abrió Diego Sánchez dando la razón al técnico con un triple, aunque pronto Salash empezó a demostrar su mando en el juego interior. Hasta 8 puntos llegó la diferencia (8-16) antes de una reacción local cortada por Brizuela (100% de acierto en la primera mitad) con un triple y una extraordinaria jugada personal en la que entró hasta la cocina ante la floja defensa de los asturianos. En el segundo cuarto, el Oviedo recuperó su habitual intensidad defensiva y se acercó al Peñas, pero los de Costa reaccionaron y se fueron al vestuario con un 32-39 a su favor.


Josep Pérez sostuvo al Peñas en el inicio del tercer cuarto con tres triples en tres intentos. Poco a poco, el Oviedo fue recortando distancias y a 1.25 se puso por delante por primera vez. En el último cuarto, retornó el ‘efecto Pumarín’ y los locales recuperaron su juego de la temporada pasada, con mucho corazón y el público volcado. Lafuente llevó a los oscenses a entrar tres arriba en el último minuto, pero una falta de Salash sobre Diego Sánchez al lanzar un triple permitió al asturiano igualar. Van Oostrum dispuso de dos tiros libres pero solo aprovechó uno. Álvaro Muñoz anotó a 17 segundos el 79-78 final que el Oviedo defendió con uñas y dientes.