Magdalena Lasala:"La vida tiene un sentido, y yo lo encontré en la palabra"

La escritora zaragozana, autora de novelas como ‘Boabdil’, ‘La cortesana de taifas’
o ‘La casa de los dioses de alabastro’, recibió ayer el Premio de las Letras Aragonesas.

Luisa Fernanda Rudi entrega el Premio de las Letras Aragonesas 2014 a Magdalena Lasala.
Luisa Fernanda Rudi entrega el Premio de las Letras Aragonesas 2014 a Magdalena Lasala.
aránzazu navarro

La entrega del Premio de las Letras Aragonesas 2014 fue, por fin, una fiesta. Si en los últimos años el acto había pecado de frío y formal, ayer Magdalena Lasala, la última galardonada, se empeñó en darle calidez. Alberto De Vicente y Julio Sanjosé interpretaron varias piezas musicales como prólogo al acto, la escritora saludó personalmente a todos los que asistieron y la periodista Sara Comín ofició de maestra de ceremonias. La entrega se celebró en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano, empañado aún de tristeza por la reciente muerte de dos adolescentes.


Magdalena Lasala, que comenzó su intervención agradeciendo el apoyo de todos sus seres queridos a lo largo de su carrera literaria, quiso también recordarlas. "Les envío un cariño, allá donde estén, y envío también un afecto a sus familias, esperando que encuentren algún sentido a lo que les acaba de enviar la vida". Tras un largo y sobrecogedor aplauso, engarzó el recuerdo con su discurso. "Sé que la vida tiene un sentido, aunque sea difícil entenderlo o alcanzarlo. Yo lo encontré en la palabra. Empecé a escribir en un cuaderno, cuando tenía 6 años, y así comenzó mi fascinación por las palabras, que son un puente entre mi vida interior y mi vida exterior".


Sobre la palabra, y su poder evocador, giró todo su discurso. "Escribir es aprender a comprender, es la expresión primordial de mi fascinación por la experiencia vital. Mi entrega a la palabra es un modo de reivindicación. Escribir es mi misión gozosa en esta vida. La vida, mi destino, me vive a través de la palabra".


Y terminó su intervención hablando del premio, "el mejor regalo que podía recibir de todos vosotros y de esta tierra maravillosa que es Aragón, para la que espero ser digna. Gracias de corazón. Ya empiezo a soñar nuevas palabras, que se harán realidad con la fuerza, la plenitud y el amor que siento en este momento".

Un "ejercicio de humanidad"

Magdalena Lasala (Zaragoza, 1958) es narradora, dramaturga y poeta. Cuenta con una extensa producción literaria, de la que el jurado valoró que, en ella, "la condición humana resulta exaltada en su dignidad plena y universal, proponiendo a la literatura como ejercicio de humanidad, a la par que de entretenimiento y formación. Su actitud de permanente y efectiva presencia en la vida cultural aragonesa, desde los más diversos ámbitos de la creación, certifica su inquebrantable compromiso con la literatura y la sociedad de nuestra comunidad".


El jurado, que le concedió el premio por unanimidad, estuvo integrado por Víctor Castillón Colomina, librero; Julio Cristellys Barrera, escritor; José Luis Melero Rivas, bibliófilo; Marian Rebolledo San Martín, periodista; Gabriel Sopeña Genzor, profesor de la Universidad de Zaragoza y escritor; y Palmira Vicente Sanz, Jefa del Servicio del Libro y Bibliotecas, que actuó de secretario.


La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, hizo entrega del galardón, que desde hace unos años carece de dotación económica. Rudi evocó en su discurso el Quijote –del que este año se cumple el centenario de la publicación de su segunda parte– y glosó la obra de la escritora. "Es una autora de prosa muy trabajada, poética, asaltada por destellos de belleza. Escribe con la perserverancia del artesano y los resultados del orfebre". Para la presidenta de Aragón, que también aprovechó para recordar el éxito de la exposición sobre Fernando II, Lasala es de esos autores que, "como piedras lanzadas en un estanque, crean ondas que no sabemos ni cómo ni cuándo nos alcanzarán, pero acaban haciéndonos mejores y más sabios".


Al acto asistieron numerosos representantes del mundo de la cultura: libreros como Pablo Muñío, Eva Cosculluela o Joaquín Casanova; editores como Chusé Aragüés; directores de museos, como Rosario Añaños, o escritores como Cristina Grande.