Las redes sociales: ¿amigas o enemigas de nuestros hijos?

Cuando hablamos de redes sociales, los padres siempre nos hacemos la misma pregunta: ¿son positivas o negativas para nuestros hijos? En principio, las redes sociales son positivas, ya que agrupan a personas para que se relacionen entre sí y compartan información e intereses. Entonces... ¿que es lo que las convierte en negativas? Está claro:el uso inadecuado que hacemos de ellas.

Los expertos aconsejan buscar alternativas reales para emplear el tiempo que se dedica a las redes sociales.
Las redes sociales: ¿amigas o enemigas de nuestros hijos?

Evidentemente, no podemos aislar a nuestros hijos de esta realidad que conforman las redes sociales. Las formas de relacionarse y de comunicación han cambiado y por eso nosotros, los padres, debemos adaptarnos a ellas y asumir la responsabilidad de educar a nuestros hijos para que las usen de una manera responsable, inteligente y productiva. Pero... ¿cómo?


-Familiarizándonos con las nuevas tecnologías. Lo primero que debemos hacer es conocer las redes sociales a las que están conectados nuestros hijos, familiarizándonos, así, con las nuevas tecnologías y los programas de comunicación que los chicos utilizan con tanta soltura.


-Controlando los contenidos. Es muy importante comprobar si los sitios frecuentados por los chavales tienen algún tipo de sistema de protección frente a contenidos no aptos, y en ocasiones perjudiciales, para los menores.


-Dialogando con ellos. Nuestra mente siempre tiene que estar abierta a la hora de hablar con nuestros hijos sobre el uso que hacen de Internet:las páginas que visitan, con quién chatean y qué información suben a la Red, qué datos ponen en su perfil... Lo mejor es ofrecerles, brindarles, nuestros puntos de vista y debatirlos con ellos.


-Alertando y concienciando. Hay que alertar y concienciar a los chicos de que las personas pueden cambiar su identidad cuando se comunican a través de la Red;de que cuando ‘chatean’ con personas que no conocen –aunque sean supuestos amigos de sus amigos–, no deben dar sus datos personales o cualquier otro tipo de información que pueda ayudar a identificarlos;y de que tienen que evitar utilizar pseudónimos provocativos o que incluyan información personal.


-Previniéndoles sobre los contenidos. Es fundamental prevenir a los menores de edad acerca de la veracidad de los contenidos de Internet.


-Intercambiando información. El intercambio de información con los padres de los amigos de nuestros hijos es un paso básico e importante en esta tarea.


-Generando confianza. Los padres tenemos que ser capaces de generar la suficiente confianza como para que recurran a nosotros, los adultos, ante cualquier situación difícil, peligro o amenaza que se les pueda presentar cuando están sentados frente al ordenador.


-Construyendo reglas. Es imprescindible acordar, establecer reglas con ellos para navegar por Internet, siempre consensuadas, claro, y, por supuesto, sin imponérselas.


-Enseñándoles a respetar. Si queremos que nuestros hijos respeten a los demás, tanto en la Red como fuera de ella, en la vida real, debemos enseñarles primero a respetarse ellos mismos.


-Asumiendo su identidad. Y, para terminar, un último consejo, no por ello menos importante: los chicos tienen que aprender que su identidad digital y la personal es la misma.