El vuelo de la libélula

Antonio Serrano reune diversos artificios periodisticos que, procediendo la mayoría de ellos de la prensa escrita, son más literarios que periodísticos.

Portada de 'El vuelo de la libélula'.
El vuelo de la libélula
Nicólas Mira Editores

Antonio Serrano es un científico que ha embarcado de polizón en la nave de la literatura. Los artículos que recoge en ‘El vuelo de la libélula’ así lo certifican: aun procediendo la mayoría de ellos de la prensa escrita, son más literarios que periodísticos.


El contenido de esta recopilación es de lo más variopinto. Explicando el título y su recurso al insecto, Antonio Serrano avisa de su inquietud universal y la compara con la mirada múltiple y los vuelos libres de la libélula. Por poner cierto orden, ha distribuido sus artículos en cinco apartados, el primero de los cuales, ‘Atalaya’, es multidisciplinar, siendo el cuarto, ‘Con tierra de por medio’, el más específico; en él refleja algunas de las impresiones derivadas de sus viajes y caminatas por la geografía española. No hay tema que se le resista: desde rememoraciones bíblicas, como en ‘Las hijas de Lot’, hasta sesudos análisis de la situación universitaria: ‘El lenguaje de la Universidad’, ‘Gaudeamus igitur’ o ‘Docencia e investigación en la Universidad’, entre otros. El estilo es coloquial, con recurso al humor de buen tono y un punto de ironía, cuando no de sarcasmo. El autor afirma estar seguro de lo que piensa, pero admite que los demás no tienen por qué coincidir.

Es crítico con la situación y los tiempos modernos, como corresponde a persona inteligente. Se confiesa romántico y admite estar emocionalmente entre los poetas.


Lo único que el lector puede echar de menos es la cronología de gran parte de los artículos, que ofrecería un interesante punto de contraste.