Agente Vox, esta máquina me entiende

Son artificiales, pero pueden escuchar, comprender semánticamente lo que se les dice e incluso seguir de manera activa una conversación con un ser humano o con otra máquina.

La agente virtual Vox se comunica con el usuario desde la pantalla del ordenador o vía voz. Reconoce el lenguaje natural, interpreta la consulta y la lanza a un sistema de consulta semántica que provee la respuesta.
Agente Vox, esta máquina me entiende
GIGA

El centro de atención al usuario de la empresa Datinza ya atiende a través de un sistema de de consulta inteligente que busca respuestas en bases de datos semánticas, basadas en el significado de las palabras.


Datinza se alió con el grupo Isaac del Grupo de Informática Gráfica Avanzada (GIGA) de la Universidad de Zaragoza en un proyecto Innovaragón que, con financiación del Departamento de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, ha dado como resultado Vox, "un prototipo software de las posibles aplicaciones industriales de sistemas inteligentes basados en agentes de tipo humano que se investigan en el seno del grupo Isaac del Giga", señala el catedrático Francisco Serón.


Vox tiene cara y voz femeninas, y capacidad de conversar con personas y buscar con eficacia, en grandes bases de datos, las respuestas a sus preguntas. Esto es lo esencial: "Somos capaces de construir sistemas de interrogación inteligentes, con o sin agentes sintéticos, que entienden lo que se les pregunta, no solo a nivel sintáctico, sino también a nivel semántico –explica Serón–. Además, para responder, son capaces de hablar con otras máquinas en busca de la información requerida".


Javier Maturel, gerente de Datinza, coincide en darle la mayor importancia no tanto al agente virtual sino "al sistema desarrollado en bases de datos semánticas". Por eso, "una vez implementado en nuestro ‘call center’, nuestra intención es extenderlo a entornos con mucha información relacionada entre sí (bases de datos) que requieran constantes consultas".


Datinza digitaliza mensualmente unos 35 millones de recetas y cupones –36.000 recetas a la hora, con uno de los equipos más veloces del mercado– y gestiona la receta electrónica para los colegios oficiales de farmacéuticos de seis Comunidades Autónomas.


Toda esta ingente información, generada tanto a partir de los procesos de digitalización de documentos como de los procesos de la receta electrónica, le hizo ver que "se hace necesaria la precisión y la búsqueda inteligente del conocimiento contenido en nuestras propias bases de datos". Esto fue lo que les decidió a introducirse "en el campo del software inteligente y, en particular, de la web semántica y de interfaces inteligentes basados en agentes conversacionales".


Intermediarios


Serón imagina a este tipo de agentes ‘trabajando’ "en la interfaz de cualquier máquina con la que un ser humano pueda relacionarse para establecer un intercambio de información: hospitales, bancos, servicios de atención al usuario (la aplicación que ha hecho Datinza con nuestra transferencia), puntos de información, asesores de temas simples o complejos, acompañantes de personas, asistentes...".


El siguiente paso será "dar a nuestros personajes cierta capacidad intelectual", avanza, combinando "técnicas de inteligencia artificial y de cognitividad, en un intento de copiar la forma de procesar la información de los seres vivos". Con más tiempo, "y dinero", se podrán añadir emociones al personaje, con la meta de hacerlo indistinguible de un ser humano.


Por ahora, en los ocho años que el Giga lleva trabajando en esta línea de investigación, el mayor reto ha sido –indica Serón– "llegar a tener clara la idea de cómo le da el ser humano significado a las palabras". Aprendiendo a controlar las herramientas informáticas existentes y con muchas horas de trabajo se obtienen resultados como Vox. "¿Desea el lector alguna otra información?"...