Chesús Calvo y Javier MC recrean la Italia de los 50 en su último cómic

‘Los cuatro trabajos y medio de Marco di Lampedusa' es el título del nuevo trabajo del guionista Javier MC y del dibujante Chesús Calvo, un cómic en el que recuperan a los protagonistas del anterior, Marco, Carlo y Sandra, y los cruzan con otros nuevos, en una historia que sigue fielmente el estilo de la escuela franco-belga de la novela gráfica.

Las referencias a las aventuras de Tintín y Spirou y Fantasio, con las que crecieron estos dos aragoneses, Chesús Calvo y Javier MC, están presentes tanto en ‘El manuscrito Saknussemm’, que fue premio del público al Mejor Guión en el I Festival de Cómic Europeo de Úbeda y Baeza en 2013, como en su nueva entrega.

En ‘Los cuatro trabajos y medio de Marco di Lampedusa’, el tío Angelo plantea a los protagonistas un reto que deberán conseguir si quieren disfrutar de parte de su enorme herencia: conseguir con el sudor de su frente un millón de libras en apenas seis meses.

Una tarea nada fácil para Marco Lampedusa, un joven sin trabajo y un poco holgazán, que se verá envuelto en disparatados planes que le llevarán de Italia a Francia para intentar conseguir el dinero sin, por supuesto, dar un palo al agua, ha puntualizado.

"Su prima Sandra es muy lista y enseguida consigue encontrar un cuadro de la época para venderlo, pero a Marco se le van ocurriendo las cosas sobre la marcha, y acaba siendo pintor, dibujante, actor..., de ahí el título de los cuatro trabajos y medio", ha explicado Calvo.

En esta historia, mezcla de aventura y humor, aparecen también personajes reales de la época, como el historietista italiano Hugo Pratt (1927-1995), creador del conocido personaje Corto Maltés, o el director de cine Alfred Hitchcock y el actor Gary Grant, en el rodaje de la película ‘Atrapa a un ladrón’, en el que el protagonista Marco se verá inmerso.

Para ilustrar y dar color a esta historia, Chesús Calvo (Zaragoza, 1967) ha hecho un trabajo de documentación que le ha permitido trasladar el clima de los años 50 a las escenas de sus páginas: al vestuario, a la apariencia, a las calles de la década...

"Aunque a veces estos detalles no se ven o no se aprecian, hacen que no haya nada en la viñeta que resulte extraño. Por ejemplo, los tres coches fijos que aparecen son modelos italianos, que existían en esa época, ni antes ni después". Este cómic continúa la saga ‘Vespas y tintoretos’, con algunos de sus personajes más conocidos, pero es una historia totalmente distinta, tanto que se puede leer perfectamente sin conocer la anterior, según Calvo.