Boquiñeni sigue sin fecha para que los vecinos puedan volver a beber del grifo

La localidad reabre hoy su colegio y también volverán a clase, una semana después, los 250 alumnos del Jerónimo Zurita de Zaragoza

La fuga de una cantidad indeterminada de gasoil, que acabó en la red de abastecimiento de agua de Boquiñeni, mantiene a los más de 900 vecinos sin poder beber del grifo desde que el pasado lunes pudieron volver a sus casas, tras pasar el fin de semana desalojados por la riada que amenazó con inundar el pueblo. Y parece que la situación todavía se demorará durante un tiempo, aunque mientras la DGA ha dispuesto distintos puntos de suministro para todo aquel que lo requiera.


El problema se originó durante la crecida del Ebro, cuando se anegó una nave abandonada, próxima a los depósitos, en cuyo interior había tanques con gasóleo, que se vertió. El sistema de bombeo de la estación potabilizadora, que en ese momento seguía funcionando, introdujo el agua contaminada en los depósitos. Posteriormente, la subida del nivel del río afectó a las instalaciones y las bombas dejaron de actuar. Pero para entonces, el combustible estaba ya en las tuberías, por lo que el ‘by-pass’ que hizo el Instituto Aragonés del Agua (IAA) en la toma no ha resultado efectivo.


De hecho, en las analíticas que se han efectuado en los últimos días se ha detectado la presencia de hidrocarburos, puesto que el gasoil, que no se diluye en el agua, se adhiere a las paredes de las tuberías. Esta es la razón por la que ni la limpieza en profundidad que se ha realizado en los depósitos municipales ha permitido que se pueda volver a beber del grifo, aunque los vecinos sí disponen en sus casas de agua corriente que pueden usar para limpiar o para la higiene personal.


El IAA tiene intención de contactar con el Ayuntamiento de Xilxes (Castellón), cuya red también se vio afectada el pasado verano por un vertido de gasóleo que obligó a restringir el consumo. Se pretende conocer qué técnica se está empleando allí para tratar de resolver este complejo problema, cuya solución podría demorarse. Por ahora, la DGA no da plazos.


Esta no es la única incidencia en el suministro a raíz de la última riada. En Torres de Berrellén también ha sido preciso habilitar un sistema de abastecimiento provisional, después de que las bombas se vieran afectadas por la inundación. Además, mantienen la vigilancia en otras instalaciones, e incluso en los primeros días de la crecida su personal realizó tareas de achique en Pradilla o Pina.


Lo que sí se ha recuperado ya en Boquiñeni es el colegio, que volverá a abrir sus puertas hoy a sus 51 alumnos, después de limpiar las instalaciones y de que los técnicos de la DGA hayan comprobado que el edificio –donde además se encuentra la escuela infantil– no presenta daños estructurales. Las clases también se retoman hoy en el colegio zaragozano Jerónimo Zurita, en La Almozara, con 250 escolares y cuyo patio quedó anegado.


Por otra parte, la DGA inicia hoy las obras para reponer tres carreteras afectadas por la riada: la A-127, en Gallur; la A-126, en Remolinos, y la A-1107, en Pina. También está previsto que esta semana la concesionaria arranque la obra de la autopista autonómica, hundida.