Acciona decide cerrar su sede en Aragón tras caer en picado los contratos de obra pública

Los 30 trabajadores que aún permanecen en Plaza serán trasladados a las pocas obras en marcha y a oficinas situadas en el Levante. La empresa señala que se trata de una reestructuración para reducir los costes.

La constructora nacional con mayor presencia en Aragón durante los últimos años, Acciona, se bate en retirada como consecuencia de la caída de la obra civil. Tras haber reducido su plantilla, ahora cerrará la sede corporativa del grupo en la Comunidad, un edificio de cuatro plantas ubicado en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza). El grueso de los trabajadores que se verán afectados, una treintena, serán reubicados entre las pocas obras que aún está ejecutando en Zaragoza y Huesca, aunque algunos deberán preparar las maletas porque se les trasladará a oficinas situadas en el Levante español.


Fuentes oficiales de Acciona reconocieron ayer a este diario la última fase de sus planes de reestructuración, recalcaron que el cierre de la sede de Zaragoza no supone su salida de Aragón y justificaron todo en el objetivo de reducir costes. "Se pretende racionalizar la estructura de costes", señalaron.


Este tipo de medidas, añadieron, se ha adoptado en otros puntos del país. La realidad es que Aragón ha perdido peso dentro de la estructura de la multinacional de la familia Entrecanales. De hecho, la Comunidad dejó de tener delegado propio y pasó a depender de Levante (que engloba la actividad en Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares).


La cartera de Acciona se ha reducido a la mínima expresión en la Comunidad. El drástico recorte de la contratación pública ha obligado a la práctica totalidad de las empresas dedicada a la obra civil en Aragón a recortar sus plantillas y hacer todo tipo de ajustes para evitar el cierre, aunque algunas pequeñas no han sobrevivido.


Para colmo, los promotores del mayor proyecto de urbanización que estaba en marcha en Aragón, el nuevo barrio de Arcosur de Zaragoza, paralizaron las obras ante el bloqueo en la venta de los pisos. La UTE que desarrollaba las obras desde 2009 estaba liderada por Acciona, pero el contrato se rescindió en agosto de 2013.


Los problemas no vinieron solos para la multinacional. A los pocos días de romperse el contrato de Arcosur, comenzó su particular viacrucis en los tribunales por el caso Plaza, con la imputación de dos de sus ejecutivos.Otra rescisión de obra


La decisión de reducir a la mínima expresión su presencia en Aragón se adopta justo después de que el Gobierno de Aragón les haya rescindido el mayor contrato de la presente legislatura, la construcción del hospital de Teruel. El importe ascendía a 62 millones y garantizaba carga de trabajo en uno de los peores momentos para el sector, pero las diferencias se han convertido insalvables con la Administración autonómica a la hora de negociar el modificado del proyecto.


Los trabajadores de Acciona no ocultan su preocupación por su futuro laboral, ya que las únicas obras de calado en la Comunidad son el nuevo túnel carretero de Monrepós y el embalse de Mularroya. Y ambas llevan meses paralizadas. "El resto son pequeñas actuaciones que estamos desarrollando", señalaron.


Responsables de la central de Madrid se han desplazado en los últimos días a Zaragoza y los trabajadores ya saben que acabarán en la obra. "Lo que no tiene mucho sentido es tener administrativos ubicados en un tajo", señalaron varios afectados.


La decisión de cerrar la sede de la capital aragonesa marca la diferencia entre Acciona y el resto de grandes constructoras nacionales, que sí han apostado por manterse. Es el caso de OHL, Sacyr y Ferrovial, aunque sus oficinas en el centro de la ciudad son más modestas.