De Tokio a Sabadell

Ranko Popovic fue uno de los artífices de que Sotan Tanabe, mediapunta del Sabadell, se decidiera a cambiar Japón por España. El técnico del Real Zaragoza le entrenó durante 2012 y 2013 en el FC Tokyo.

Sotan Tanabe, en su presentación en 2013
De Tokio a Sabadell
CE SABADELL

A un serbio con raíces montenegrinas y pasaporte austriaco y un japonés del sector occidental de la expansiva Tokio solo los puede reunir en Sabadell, la capital del Vallés e histórico corazón de la industria textil española, a un paso de Barcelona, esa coctelera planetaria que conforma el fútbol. Ranko Popovic se reencuentra esta tarde con el que fue uno de sus futbolistas relevantes en su primer año en Japón, cuando en 2012 le contrató el FC Tokyo y arrancó así la exótica etapa que de momento define su carrera como entrenador. Sin Japón, Popovic quizá nunca hubiera llegado a Zaragoza y esta tarde a Sabadell. Aquí podrá gastarle una de sus bromas a Sotan Tanabe, mediapunta del club arlequinado, nacido hace 24 años en Suginami, el barrio tokiota que concentra las factorías de producción de animes. Ambos compartieron año y medio de fútbol en el FC Tokyio durante 2012 y 2013, hasta que muy lejos de allí, en Sabadell, un grupo inversor japonés tomaba el control del club por dos millones de euros y poco después llamaba a Sotan.


Él ha sido el único futbolista nipón con plaza fija en el Sabadell en los tres años bajo la presidencia de Keisuke Sakamoto. Para su llegada, en verano de 2013, jugó un factor destacado Ranko Popovic. "Había buena relación entre el FC Tokyo y el Sabadell (negociaron un convenio de colaboración) y querían algún japonés en España. Al final, estaban para salir Sotan y otro más de su edad, Hiroki Kawano. Hablé con ellos y les animé a que se atrevieran a irse al Sabadell", recuerda Popovic. Al final, solo se quedó Sotan, hoy rival del Zaragoza, un mediapunta menudo, irregular, que en sus dos temporadas ha jugado 48 partidos y marcado 5 goles. Comenzó practicando sumo en la escuela primaria, hasta que optó por el fútbol. Fue formándose en el equipo universitario hasta que desembarcó en la cantera del FC Tokyo, debutó, conoció un descenso y un ascenso con apenas 21 años, y un día, un hombre calvo y mirada balcánica entró en el vestuario. Era Popovic: "Conmigo tuvo protagonismo, varios partidos los jugó de titular".


Ese año, el FC Tokyo comenzó como revelación de la JLeague y participó en AFC Champions League (la Liga de Campeones de Asia) hasta los octavos de final. Sotan, en ese calendario con dos copas locales más y la supercopa, tuvo minutos. "Sabe tocarla muy bien. Y tiene calma. No es el típico futbolista japonés que se vuelve loco cuando le presionan o le defienden. Sotan es calmado en el campo, algo distinto a sus compatriotas. Es tímido, pero no tan introvertido como suele ser normal con la gente de Japón. No se cierra en sí mismo. Recuerdo que su tranquilidad incluso nos costó algún punto por culpa de pérdidas de balón...", bromea Popovic durante la descripción del futbolista nipón.


En Sabadell, la bomba de entusiasmo que significó la compra del club por parte del grupo empresarial E-Plus ha decrecido. Las discrepancias internas entre los diversos actores japoneses que gestionan la entidad han dejado atrás los días en los que el Sabadell realizó una gira en Tokyo (jugó contra el equipo de Popovic en verano de 2013), o el célebre dibujante Yoichi Takahashi, padre del futbolero anime ‘Oliver y Benji’, viajó a la Creu Alta para pintar una de sus genuinas ilustraciones en dos murales del estadio.


La crisis deportiva también enrarece el ambiente en un club donde hay traductoras, directivos e incluso llegó a desempeñar un segundo entrenador nipones. Aún se mantiene Sotan Tanabe como principal bandera de Japón en el Sabadell, ya más adaptado a la vida española. "Suele costarles. Son gente muy pegada a su cultura. En cuanto los sacas de ahí, se sienten abandonados. Necesitan vivir en su ambiente, por eso al futbolista japonés le cuesta tanto España", explica Popovic.


Sotan Tanabe será hoy una de las amenazas para el entrenador serbio. "Es técnico, suele jugar en las posiciones de la mediapunta, en cualquier perfil. Recuerdo que en Japón sufría defendiendo y que hubo partidos que lo metí más cerca del pivote para que aprendiera conceptos defensivos. Pero la verdad es un chaval estupendo", asegura Popovic. Ambos dirimen un duelo al sol... naciente.